“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 26 de abril de 2021

Defender la paz a tiros

 Hay actuaciones de los partidos políticos y agrupaciones electorales que cuesta entender. Van en contra de lo que dice el sentido común y la lógica más elemental. Al igual que no se debe organizar una manifestación por la paz pegando tiros o protestar por la contaminación acústica haciendo sonar las bocinas, no se entiende que Teruel Existe organice una concentración de dos kilómetros de coches para defender la planificación de las energías renovables en la provincia y hablar de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Recorrer las calles de la ciudad con decenas de coches quemando gasolina no es la mejor manera de apoyar las energías limpias. Seguramente, los organizadores lo han hecho con la mejor intención, para evitar concentraciones durante la pandemia, pero el mensaje que lanzan es desastroso. Según publica el Diario de Teruel el lunes, 26 de abril, se formó una caravana de 165 coches y 250 personas que recorrió la ciudad. Según Teruel Existe fueron 300 vehículos y 700 personas. Uno de los dos necesita aprender a contar o encargar unas gafas en una buena óptica. Lo que cuenta en todo esto, y el mensaje con el que se queda la gente, es la foto de decenas de coches contaminando con energías “sucias” para defender las energías “limpias”. Eso me recuerda a una dirigente sindical en los años ochenta que nos reunió a los trabajadores en la explanada del aparcamiento de la empresa para soltarnos esta arenga: “Compañeros y compañeras, el movimiento se demuestra andando y para demostrarlo, paremos”.  Este tipo de contradicciones producen risa en muchos caos y en otros, indignación por la torpeza de los autores y organizadores. Y algunas, las dos cosas, risa e indignación, como las del socialista Morón, presidente de la Comarca Comunidad de Teruel y portavoz del Grupo Municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Teruel. En un artículo de opinión en el Diario de Teruel, también del 26 de abril, escribe, entre otras muchas expresiones sin sentido, que los dirigentes del PP en el Ayuntamiento de Teruel “echan el freno de mano y dan marcha atrás”. No sé qué sería mejor, si enviar al señor Morón a un taller de escritura o a una autoescuela para que le enseñen que con el freno de mano echado no se puede dar marcha atrás. Soplar y sorber, no puede ser.

Evaristo Torres Olivas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues toda la razón Sr. Torres, no termino de comprender la caravna de acelerones y frenazos, y el ruido insoportable de los hooligans con las bocinas de sus vehículos a toda máquina. Se manifestaban contra los ciudadanos de Teruel? Eso parecía, yo me los topé varias veces en mi paseo dominical, y ese tono agresivo de la caravana de coches no me gustó nada.

Anónimo dijo...

Cuando un parque eólico o solar llega a una sierra comunal soluciona los problemas económicos de ese ayuntamiento.
Llegando incluso a no poder gastarse todo lo que ingresan ya que hay un tope por vecino y año. Cuanto más pequeño es el pueblo más complicado el llegar a gastarse todo lo que llega.
Curioso ver que hace unos pocos días unos pocos alcaldes, 8 o 10, de la zona de cantavieja se manifestaron o concentraron en la plaza San Juan para pedir justo lo contrario.
Un ayuntamiento pasa a tener dinero suficiente para bajar los impuestos locales al máximo, poder sufragar todas las obras y mantener el pueblo como una patena, arreglar las calles, los parques, las fuentes, todo, tener empleado a una o varias personas para mantener los servicios sin depender del dinero que llega por los cauces normales.
¿A quién le hacemos caso?