Publicado en Heraldo de Aragón 08/04/2021
¿Cuál es la mejor manera de luchar contra los planes de pensiones privados? Hacerse un plan de pensiones privado. ¿Cuál es la mejor manera de fingir que se es parte de la casta, de los de arriba, los de las rentas altas, a quienes benefician fundamentalmente los planes de pensiones privados? Hacerse un plan de pensiones privado. ¿Cómo combatir a esos bancos, a esos buitres como los llaman, para que no nos expriman? Pues suscribiendo un plan de pensiones privado. Es lo que se llama la estrategia del topo: te infiltras y finges ser uno de ellos y desde dentro, ¡zas!, desmontas todo el sistema. Ahora lo entiendo todo y os admiro más. Sé lo mal que lo habréis pasado, vosotros que odiáis el dinero, para en pocos años, muy pocos, hayáis acumulado un patrimonio considerable solo para haceros pasar por ricos cuando sois pobres. Haber acumulado tanto dinero a pesar de haber reducido vuestros salarios a tres veces el salario mínimo nos indica las necesidades y estrecheces que habéis debido de pasar para acumular tanto dinero. "Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos", en un chalé de un lugar de la Sierra de Madrid de cuyo nombre no quiero acordarme. Habéis demostrado que con esfuerzo ¡sí se puede! Nunca los de abajo os lo podrán agradecer como os merecéis. Sois buenas personas, entregados a la causa. Personas “honorables” como dice Ramón Espinar, aunque se nota que Ramón está algo resentido desde que ya no forma parte de Podemos, y os pide transparencia y que deis explicaciones. ¡Qué explicaciones ni qué ocho cuartos! Está todo muy, muy claro. Le convendría al señor Espinar releer a Laclau y sus significantes vacíos. Un significante vacío no tiene un solo significado sino todos aquellos que el hablante le quiera dar. Así, un pobre, también llamado de los de abajo, para Podemos puede ser alguien que hace cuatro años no tenía nada y hoy tiene un patrimonio considerable, alguien que quien no ha estudiado a Laclau podría considerar que ha pasado de pobre a rico, o de los de arriba, en poco tiempo. Pero para Iglesias y Montero, la riqueza no es algo que se mida en euros, sino que es un estado mental. Ellos se consideran pobres y lo único que han hecho es simular que son ricos acumulando casas, dinero en cuentas, seguros y planes de pensiones para poder criticar a la casta, asaltar los cielos y denunciar a todos aquellos que deberían ser detenidos por “los Fuerzos y Cuerpas de Seguridad del Estado”. Montero e Iglesias, Pablo e Irene, nos han querido demostrar que arriba, abajo, riqueza, pobreza, izquierda, derecha, democracia y justicia son significantes vacíos que ellos rellenan con lo que más les conviene.
Evaristo Torres Olivas
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