“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 3 de marzo de 2021

Iglesias y la democracia plena

No entiendo por qué se ha armado tanto escándalo por las declaraciones del vicepresidente Iglesias de que “no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España”. Don Pablo sabe de lo que habla. Para que haya una plena normalidad política y democrática, los partidos políticos deben ser democráticos. Y el suyo, Podemos, no lo es. Resulta que le da por entonar el mea culpa y todos se le echan encima. Pablo Iglesias sabe que en Podemos las listas electorales se hacen a dedo, como por ejemplo en nuestra provincia que colocaron a una mujer de Madrid que nunca había estado en Teruel. También sabe, porque los ha puesto él, que en cargos clave, como algún ministerio, direcciones generales o asesores de libre elección, ha colocado a familiares o amigos que no tienen ni la experiencia ni la formación para ocuparlos. Y eso no es normalidad política ni democrática. Tampoco ignora que en su partido se les llena la boca con la libertad de expresión, uno de los pilares de una democracia, pero en Podemos no la practican mucho. Pondré un ejemplo: en un grupo de Telegram de Podemos de Teruel en el que yo participaba y que controlaba el secretario general y diputado autonómico, Héctor Vicente, y en el que estaban, entre otros, Blanca Villarroya, elegida después concejala de Teruel, Ramón Guirado, hoy secretario general de Universidades, Diego Bayona, director general de Medio Natural y Gestión Forestal, decidieron expulsarme. Es decir, la libertad de expresión no es un derecho, sino que es un favor que te conceden quienes manejan los hilos del partido. También me cerró las puertas de su Facebook Nacho Escartín, entonces secretario general de Podemos Aragón y diputado. Entienden los de Iglesias que la libertad de expresión consiste en dar muchos “me gusta” y en no hacer ningún comentario que cuestione lo que dicen quienes controlan el chiringuito. Porque para Podemos, además de los de arriba y los de abajo, los que quieren asaltar los cielos y los que no, están los que se equivocan y mienten y los que siempre dicen la verdad como hacen ellos. Y, efectivamente, Pablo Iglesias ha dicho la verdad: falta mucho para que en Podemos haya una situación de plena normalidad política y democrática.  Solo le faltaría añadir que ellos no nos representan, que se van a ir y que él y su coleta nos toman por idiotas.

Evaristo Torres Olivas

Iglesias y sus verdades como puños

1 comentario:

ABOGADO dijo...

La hemeroteca lo ha hundido por que se ha integrado en el sistema como los viejos partidos. En definitiva, un charlatán.