“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 5 de marzo de 2021

Aznar me produce tristeza, vergüenza y asco

 Escuché, que ya son ganas, la entrevista a José María Aznar que le hizo Jordi Évole. Esperaba que el expresidente se dedicara a hablar bien de sí mismo y de su gestión, pero no con tanta cara dura. Escucharle no me produjo rabia ni se me revolvió el estómago. Sentí mucha tristeza. Tristeza al pensar que nuestro país había estado dirigido por personas con tan pocos valores, tan poca memoria y tan poco respeto a los ciudadanos. Que en el PP había una caja B y se cobraban sobresueldos, Aznar no sabía nada ni se enteró de nada ni le consta nada. Que en Irak no había armas de destrucción masiva, a don José María no le consta a pesar de todo lo que le dijeran sus asesores. Tampoco se baja de la burra de los atentados de Atocha y la autoría de ETA. Cinismo elevado a la enésima potencia. En la boda de su hija, según Aznar, se colaron muchos qué él dice no conocer y que acabaron en la cárcel o imputados. Se llamaban Correa, El Bigotes, Sepúlveda, etc. Hace falta poca vergüenza para colarse en una boda, vestido con traje y pajarita, sin que el padre de la novia sepa nada. Y uno se pregunta cómo es posible que un país lo dirija un señor que no se entera de nada, ni de los sobresueldos, ni de quién comete unos atentados, ni siquiera de quién asiste a la boda de su hija. Es muy triste que a un expresidente como Aznar se le pague un sueldo vitalicio, asesores, coche oficial y viajes gratis para que aparezca en la televisión y se ría de los españoles, de todos, de los muy españoles y de los mucho españoles, que diría su sucesor elegido a dedo. Y es muy triste su legado: 12 de sus 14 ministros están o han estado en la cárcel y han estado imputados, implicados o han cobraron sobresueldos. Matas y Rato, por poner los ejemplos más llamativos. Después de contar todas esas mentiras, cuando Évole le pregunta qué titular le pondría el expresidente a la entrevista contesta: “Estuvo bien Aznar”. Además de tristeza, mucha tristeza, Aznar me produce vergüenza. Y bastante asco también.

Evaristo Torres Olivas

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