“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 28 de octubre de 2020

Cómo tener mejores políticos

Publicado en Diario de Teruel 29/10/2020

Leo con interés las columnas de opinión del periodista Javier Silvestre Grau en Diario de Teruel. Con la del pasado domingo 18 de octubre, El reflejo de nada, coincido en gran parte. Su opinión sobre los políticos es muy parecida a la mía. Suscribo sus palabras de que “no son un reflejo de la sociedad, sino más bien un producto del sistema caciquil que ellos mismos se han encargado de montar durante años”. No es necesario haber leído los ensayos de George Orwell o su novela 1984 para darse cuenta de que gran parte de los políticos, cuando hablan, no se dirigen a los ciudadanos sino a los jefes de su partido. Y tiene mucha razón Javier Silvestre cuando afirma “que muchos de los que nos gobiernan se han metido en política porque no valen para nada más”.  Algo no funciona en esto que llamamos democracia cuando para ocupar un puesto en cualquier actividad que no sea la política se requiere formación y experiencia y para uno político no se exige nada. Bueno, algo sí, como bien apunta Javier Silvestre: “Hay que saber moverse por las ciénagas de los partidos, dejar cadáveres en los maleteros y deber favores a diestro y siniestro”. Cuesta entender que para un puesto de administrativo en una empresa te exijan una titulación superior y dos idiomas y para presidir una comarca, una diputación, una alcaldía o ser diputado, con saber leer y escribir mal es suficiente. Y son estos analfabetos funcionales quienes deciden qué sanidad, justicia, educación, carreteras, museos, trenes, servicios sociales, pensiones e inversiones en investigación tendremos. Produce grima escucharles siempre el mismo discurso, como cuando de críos recitábamos el catecismo de memoria, sin saber qué narices estábamos diciendo. Discrepo de la propuesta utópica del señor Silvestre de profesionalizar la política y “que nadie pueda cobrar siendo cargo público sin haber aprobado la carrera de ciencias políticas” con el fin de “quitarnos de un plumazo a un alto porcentaje de indocumentados y vagos”. Se necesitan no solamente graduados en Políticas, sino también economistas, periodistas, ingenieros, filólogos, etc. y personas con experiencia en gestión y dirección de proyectos y equipos humanos antes de meterse a políticos. Sería suficiente si los partidos seleccionaran a quienes aparecen en sus listas y quienes dirigen instituciones públicas con los mismos criterios y el mismo rigor que lo hacen las empresas serias para elegir a sus empleados. Ni más ni menos.

Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

mls dijo...

Totalmente de acuerdo. Es mas, yo establecería una titulación minima y un master en voluntariedad.
Todos los gastos propios del cargo pagados, su salario mejorado mientras desempeñe su funcion y finiquito. Asi tendríamos politicos voca cionales y sanguijuelas eternas.