“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 2 de julio de 2020

Encastarse, incrustarse y enquistarse

He leído varias veces la entrevista a Maru Díaz que publicó Heraldo de Aragón el pasado 29 de junio. Me ha sorprendido ingratamente, si se me permite la expresión, comprobar cómo los podemitas han pasado en muy poco tiempo de ser unos enemigos de la casta a formar parte de ella. Podemos se ha encastado y se ha incrustado y enquistado en las instituciones. Maru Díaz, la mueva coordinadora del partido en Aragón y consejera del Gobierno aragonés, se ha olvidado pronto de su condición de filósofa para adoptar el estilo, las formas y la demagogia de los partidos que tanto criticaban los suyos. Si a partir del 15-M, se desgañitaban gritando que los políticos de los partidos tradicionales “no nos representan”, en poco tiempo abandonaron el “dije digo” y se apuntaron al “digo Diego”. Maru Díaz ha olvidado muy pronto la precisión conceptual y la claridad de exposición de los filósofos para adoptar el método enrevesado, manipulador y demagógico de los políticos mediocres. Recurre a las mismas expresiones gastadas y clichés como “poner en valor”, “referente” y “referencialidad”; palabras inexistentes o tan gastadas que ya nada significan.  Cuando le preguntan qué ha pasado para evolucionar de “errejonista confesa a candidata oficialista”, responde con la simpleza—o desfachatez— de que “han pasado cuatro años”. Donde dije Errejón digo Iglesias y me quedo tan ancha.  Con la misma insoportable levedad o ligereza, responde a otras preguntas sobre las heridas abiertas en Podemos: “Tenemos que conseguir que todo el mundo se sienta cómodo. La militancia ha hablado”. Su capacidad de análisis es tan baja o la de manipulación tan alta que no duda en afirmar que “detrás de las críticas al 8-M hay un ejercicio de machismo encubierto”, cuando la oposición al Gobierno durante la crisis por la covid-19 hubiera criticado igualmente el Primero de Mayo o cualquier otra manifestación que se hubiera celebrado, porque el objetivo es desgastar al que manda. Para machistas, las alusiones, en su día, de Echenique a Dominga o de Pablo Iglesias a la periodista Montero. Con filósofas como Maru Díaz habría que dar la razón a quien afirmó que “la filosofía sirve para complicar las cosas que todo el mundo sabe”. Pero en Aragón la hemos hecho nada menos que consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento. "No nos representan". "Que se vayan".
Evaristo Torres Olivas

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