“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 30 de junio de 2020

Verborrea y cháchara

Comparto las ideas expresadas por Chema López Juderías en su columna, La moción, publicada por Diario de Teruel el pasado día 27 de junio. Habla de la moción presentada por Teruel Existe para elaborar un plan de medidas urgentes para el equilibrio territorial y combatir la despoblación. La moción fue aprobada por casi todos los grupos. Denuncia el señor López Juderías, con toda razón, el recurso a un lenguaje alambicado para no comprometerse y no decir nada en muchas palabras. Cita esta parrafada del acuerdo: “Se abordarán los estudios necesarios que permitan explotar[sic] la posible aplicación de incentivos fiscales enfocados de forma práctica a la lucha contra la despoblación y retos demográficos”.  Se entendería mucho mejor decir que se estudiará la posibilidad de conceder incentivos fiscales para combatir la despoblación. A los diputados que han firmado semejante texto habría que dejarles dos meses sin sueldo y enviarlos a un taller de redacción. Eso por el lado de la claridad del texto. Pero también habría que exigirles a los políticos mayor concreción. Un objetivo ha de ser realista, posible, alcanzable y medible (que sea cuantificable y que su cumplimiento esté asociado a un periodo de tiempo). Decir cuando sea posible o a la mayor brevedad posible es un brindis al sol que puede significar mañana, dentro de un año o de veinte años y un día. Por otra parte, como bien dice Chema López, hay que ponerse a temblar cuando un político dice que “se estudiará”. Es una fórmula que a nada compromete, equiparable a la pronunciada con acento inglés por José María Aznar: “Estamos trabajando en ello”. Los ciudadanos no deberíamos tolerar esa falta de respeto. Y además de suspenderles de empleo y sueldo, cuando se quejaran habría que responderles que, considerando la problemática actual y la complejidad del proceso, nos comprometemos, como no podría ser de otra manera, a llevar a cabo, a la mayor brevedad posible, los estudios necesarios para a continuación valorar la posible implementación de las acciones necesarias, si hubiera lugar, en los plazos previstos en situaciones similares.
Evaristo Torres Olivas

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