Evaristo Torres Olivas
martes, 16 de junio de 2020
La maldad del maligno
Desde hace unos días llevo una cabeza de ajos en el bolsillo
y he colgado varias ristras por toda la casa. Para espantar al diablo. Y
mientras doy mi paseo diario voy recitando la única oración que he aprendido en
mi vida: Virgen santa, virgen pura, haz que apruebe esta asignatura. Ahora la
he adaptado a las circunstancias y le pido a la virgen que acabe con esta
locura. Y es que el diablo quiere destruir España. ¿Cómo lo sé? Por boca de dos
personas de toda confianza: un papa, Benedicto, que se lo dijo a un exministro
y gerifalte del Opus, Jorge Fernández Díaz. Dos autoridades en asuntos
diabólicos. Y por si no fuera suficiente, otras dos autoridades en la materia
se han unido en la denuncia: el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares
y el presidente de la Universidad Católica de Murcia, José Luis Mendoza. Si
esto no es suficiente prueba para ustedes nada podrá convencerles. Veamos las
pruebas que han apartado cada uno para demostrar la maldad del maligno, valga
la redundancia. El papa Benedicto no necesita aportar pruebas: es la voz de
Dios en la tierra y lo que dice no solamente va a misa sino a todas partes. La prueba de Fernández Díaz es que se lo dijo
el papa con lo cual volvemos al principio, el papa no necesita aportar pruebas.
El cardenal Cañizares es un erudito y ha dicho que una de las vacunas contra el
covid-19 “se fabrica a base de células
de fetos abortados” y añade que eso es una prueba irrefutable de que “el
demonio existe en plena pandemia”. Y finalmente, José Luis Mendoza, presidente
de la universidad católica, asegura que la covid-19 es obra "del
anticristo" y que Bill Gates y Soros son "esclavos de satanás"
al querer “controlarnos con un chips [sic]”.
Más claro, agua. ¿Y cómo hay que hacer frente a esto? Ya se lo dijo el papa al
exministro del Opus, el mismo que tiene un ángel, Marcelo, que le aparca el
coche y el mismo que condecoró a la virgen con la Cruz de Plata de la Guardia
Civil: “humildad, oración, sufrimiento y devoción en la Santísima Virgen”. Ese
es el motivo por el que yo, humildemente, le rezo a la virgen, la que me
aprobaba las asignaturas, y sufro todas las noches cuando me azoto la
espalda con una ristra trenzada de ajos. Espero que don Javier Arnal,
columnista habitual de Diario de Teruel, miembro del Opus y experto en asuntos
de la Iglesia, nos aporte más pruebas sobre la destrucción de España por parte
del diablo disfrazado de “populista progre” con coleta.
Etiquetas:
Sin pelos en la lengua
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario