Evaristo Torres Olivas
martes, 2 de junio de 2020
Insultadores y mentirosos ridículos
Cada vez que escucho y leo a algunos de nuestros políticos
me entran sudores fríos. De miedo. De pensar en qué manos están las decisiones
que afectan a los ciudadanos. Esta semana me ha pasado con los artículos de
opinión de Samuel Morón y de Rocío Féliz de Vargas en Diario de Teruel. Para el
concejal socialista y presidente de la Comarca Comunidad de Teruel, el equipo
de gobierno del PP y la concejala de Economía doña Rocío, cuando no tienen argumentos,
recurren al insulto. A su vez, la señora Féliz de Vargas acusa al señor Morón
de mentiroso ridículo. Tanto el uno como la otra producen vergüenza ajena por
su estilo chabacano. Y nos hacen pensar que tal vez habría que cambiar muchas
cosas en nuestro sistema electoral para evitar que personajes como estos se
cuelen en las listas y sean los encargados de solucionar los problemas de los turolenses,
porque dado sus conocimientos y su trayectoria, si en algo aciertan será por
casualidad. ¿En qué consisten sus argumentos? Para la representante del PP,
cuando gobierna el PSOE, el Ayuntamiento es una ruina, donde los proveedores
tardan un siglo en cobrar, las arcas municipales están vacías y la deuda por
habitante está por las nubes. Para el concejal socialista, cuando gobierna el
PP no se cumplen los presupuestos, las inversiones se quedan en un tercio de lo
previsto, hay muchos millones pendientes de cobro o de dudoso cobro. Eso sí,
tanto el uno como la otra dicen saber qué nos preocupa a los ciudadanos y que
somos personas con sentido común que reconocemos la evidencia. Pues si es así,
lo mejor es que se estuvieran callados, dejaran de hacer el ridículo y de poner
en evidencia sus muchas carencias. Lo mejor que podrían hacer doña Rocío y don Samuel
es dar un paso atrás, volver a ejercer su profesión anterior a la política y dar
paso a gente de sus partidos mucho más competente, que seguro que la tienen. Los
ciudadanos queremos a personas con experiencia contrastada antes de dedicarse a
la política. Sobran insultadores y mentirosos que hacen el ridículo porque no
saben hacer otra cosa. Y sobran aduladores de los ciudadanos como Féliz de Vargas
y Morón, porque sus elogios también suenan a insultos y a mentiras ridículas. No
debemos de ser tan buenos los ciudadanos cuando votamos una y otra vez a políticos
mediocres e incompetentes.
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Sin pelos en la lengua
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1 comentario:
Evaristo, te diré otra: la incompetencia general disimula la ignorancia propia. y te insisto en que, en las listas, los ponen los jefecillos y su mérito es el de ser aduladores del jefecillo. El problema es que votando, mantienes este sistema.
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