¿Ignorancia o popopopo?

Joaquín Moreno, alcalde de Utrillas, no es médico ni veterinario; tampoco biólogo ni virólogo. Pero él se considera una eminencia en todos esos campos y en muchos otros. ¿Es el atrevimiento del ignorante? Sus artículos en Diario de Teruel sobre la pandemia de la Covid-19 y las actuaciones en su pueblo producirían risa si no fuera por las muertes y los graves problemas que el maldito virus ha causado. El ignorante coge cosas sueltas de aquí y de allá, las encaja como puede, las pega con moco y como no tiene ni criterio ni vergüenza, las presenta como si se tratase de un descubrimiento científico merecedor del premio Nobel. Algunas veces, muy pocas, por puro azar, el ignorante acierta como el burro de la fábula y suena la flauta por casualidad. Pero en la mayoría de los casos se equivoca. Dependiendo de la importancia del asunto, los yerros pueden tener consecuencias muy graves. Joaquín Moreno (ver su artículo en Diario de Teruel del 8 de abril) picotea por todas partes, al buen tuntún y mete en una coctelera un poco de OMS (Organización Mundial de la Salud), doscientos gramos de OIT (Organización International del Trabajo), una pizca de 8M, un diente de LEH (Lehman Brothers), dos rodajas de Covid-19 y una UCI, lo agita todo y llama al mejunje DPSGSC (desastre causado por Pedro Sánchez y su Gobierno socialista y comunista). ¿Es ignorancia?  

  En este caso, afortunadamente, a Joaquín Moreno le ha contestado un exalcalde del PSOE de su mismo pueblo y veterinario, José Francisco Vilar Miralles (Diario de Teruel, 25 de mayo). Lo de haber sido alcalde no aporta nada, pues alcalde puede ser cualquiera, desde una eminencia a un cenutrio. Pero sí da mayor credibilidad ser veterinario con cuarenta años de experiencia como tiene el señor Vilar. Con argumentos científicos sólidos y contrastados, pone un poco de cordura y de sensatez para desmontar las sandeces de Joaquín Moreno.

  Pero también podría ser que las sandeces del alcalde Moreno no sean ignorancia, sino algo mucho peor: mala fe y buscar el beneficio propio. En ese caso, todo estaría justificado si le permite al ex de Compromiso con Aragón, hoy de Ciudadanos y mañana de cualquier otro partido, posar las posaderas en las poltronas de la política. Po, po, po, po.

Evaristo Torres Olivas