Evaristo Torres Olivas
martes, 9 de junio de 2020
Igualdad ante la ley
Durante estos meses de estado de alarma han pasado muchas
cosas. La peor, la muerte de miles de personas. Pero también han ocurrido otras
muchas que nos han revuelto el estómago y nos hacen desconfiar de nuestro país
y de nuestros dirigentes. Veamos algunas de ellas. En primer lugar, el rey
emérito, el que a muchos les parecía campechano, el que cuando era jefe de
Estado era inviolable. El cazador de elefantes, el de “lo siento mucho, me he
equivocado, no volverá a ocurrir”. Pues durante estos meses, ha vuelto a
ocurrir: se ha destapado un escándalo de cobro de comisiones, de cuentas en
paraísos fiscales y de otros turbios negocios en los que el rey emérito ha sido,
presuntamente, protagonista. Una vergüenza. También es una vergüenza que mientras
muchos españoles tienen dificultades para pagar el alquiler, a la presidenta de
Madrid, Ayuso, del PP, al expresidente de Ciudadanos y ex aspirante a
presidente del Gobierno, Rivera, de Ciudadanos, Kike Sarasola, muy amigo de otro
expresidente, del PSOE, Felipe González, les ofrecía apartamentos de varios
cientos de metros, gratis total o al mismo precio que me cobran a mí por una
habitación de 10 metros cuadrados en un hostal cuando voy a Madrid. Nos hemos
enterado, además, de que mientras otros muchos miles de ciudadanos perdían su
trabajo, a Montilla y Blanco, dos exministros del PSOE cuyo historial académico
y logros profesionales se pueden resumir en tres líneas y sobran dos y media,
han sido fichados por Enagás por un mísero sueldo de 160 000 euros anuales. Lo
que nos hace pensar que no les faltaba razón a quienes decían que PP, PSOE y
otros partidos, la misma…es. Y todo esto en un país en el que el artículo 14 de
la Constitución dice: «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda
prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión,
opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Con lo
cual, mañana, todos los ciudadanos deberíamos abrirnos una cuenta en Panamá,
exigir nuestras comisiones al Estado, obligar a Sarasola a que nos deje
apartamentos de trescientos metros cuadrados sin pagar alquiler y presentarnos
en las oficinas de empleo a reclamar nuestro puesto de trabajo de 160 000
euros. Porque lo dice la Constitución. En su artículo 14.
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Sin pelos en la lengua
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3 comentarios:
Discrepo. Sarasola puede dejar, gratis, a sus amigos lo que le de la gana y sea de su propiedad. A tí, Evaristo, también te lo dejaría si fueras amigo suyo. Saludos
Claro, claro, Sarasola con lo suyo puede hacer lo que quiera. Deja apartamentos a políticos porque son sus amigos y no pretende obtener nada a cambio. Y Enagás, una empresa privada puede nombrar consejero a quien quiera, incluso a políticos ineptos, sin esperar nada a cambio. Y otros empresarios pueden financiar con su dinero al PP o al PSOE porque con sus perras hacen lo que quieren y no quieren obtener nada a cambio. El mundo está lleno de buenas personas que dan sin esperar nada a cambio.
En cuanto a Enagas, es una de las empresas con mayoría de capital público, como Red Eléctrica Española, y es el poder político el que coloca consejeros. No es lo mismo Sarasola que Enagas. El problema es que el sistema que tenemos es corrupto por naturaleza.
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