“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 20 de mayo de 2020

Sí hay de Quinto malo

Hay un dicho taurino que reza que no hay quinto malo. Tal vez en los toros, pero en política sí hay un de Quinto muy malo. Muy malo y con muy mala sombra. Marcos de Quinto. Mientras escribía estas líneas me entero de que deja Ciudadanos. Esa sí es una buena noticia. Espero que renuncie a su acta y desaparezca de la escena política, aunque por su perfil y sus malas artes no me extrañaría que aterrizara en un partido de cuyo nombre no quiero acordarme. De Quinto es un especialista en marketing con un patrimonio declarado de 48 millones de euros ganados gracias a su gran contribución a la humanidad como directivo de Coca-Cola. La chispa de la vida, esa que tan bien pintó Miguel Ángel en su cuadro de La creación de Adán. Don Marcos es un experto en eslóganes. El último hace apenas unos días cuando se opuso al Ingreso Mínimo Vital que estudia el Gobierno con esta sentencia que habrá hecho reír mucho a su familia y amigos: "Lo que proponen es un sueldo Nescafé para toda la vida...". Y es que el algodón no engaña y hay cosas que el dinero no puede comprar: la decencia, la mesura y la dignidad. El estilo de de Quinto podría resumirse con otro eslogan: Un, dos, tres, picadora Moulinex.  En sus intervenciones parlamentarias y en sus escritos en la red se dedica al insulto y a la descalificación: lo mismo llama “payaso” a Pablo Iglesias que “cretino, troll de mierda y gentuza” al primero que ose criticarle en las redes sociales. A este señor no es que Rexona le haya abandonado, es que no hay producto en el mercado que elimine el pestazo que exhala. Seguramente él se repetirá todos los días, para justificar sus millones, este otro eslogan: Porque yo lo valgo. Tener un ego desmedido te puede llevar a creerte el fresco del barrio cuando no eres más que el tonto del pueblo. Terminaré con un eslogan de detergentes y dos consejos. En las próximas elecciones, no votes a la mejor frase publicitaria, busca, compara y seguro que encuentras algo mejor que gente como Marcos de Quinto. Si te obligan a elegir entre Pepsi o Coca-Cola, quédate con Agua de Bronchales. Y recuerda: Si bebes… no conduzcas.
Evaristo Torres Olivas

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