“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

sábado, 23 de mayo de 2020

Pizzas, almojábanas, migas y hamburguesas

Publicado en Diario de Teruel 24/05/2020
El ministro Garzón declaró hace unos días que el turismo es un "sector de bajo valor añadido, estacional y precario". Fue una frase dentro de una comparecencia de cuatro horas. ¡Y la que se ha armado! También a alguna persona de Teruel le han disgustado esas palabras de Alberto Garzón. El 23 de mayo, Ana Almazán Martín escribía una “amable” carta en Diario de Teruel. La firma como docente y graduada en Periodismo y Economía, algo que de entrada pareciera que contribuye a reforzar la credibilidad, el ethos aristotélico, y omite, no se sabe bien por qué, que también es concejala del PP en Albarracín. Pero basta leer las primeras líneas para que se desmorone toda su autoridad. El texto está lleno de falacias argumentativas. La primera, afirma que Garzón calificó al turismo como un sector de “poco valor añadido”. Y lo que dijo es que se trata de un “sector de bajo valor añadido, estacional y precario”. Las tres cosas. En segundo lugar, dice doña Ana que se siente capacitada para hablar de turismo y de valor añadido por ser de Albarracín, hija y hermana de hosteleros. Ser hijo de médico y hermano de médico no te convierte en una autoridad en medicina. Y ser campeón de tenis como Nadal no te hace experto en coches coreanos. Otro falso argumento: habla del turismo cultural y gastronómico de Teruel, estrellas Michelin, Relais &Chateux [sic], “buenas migas o unas almojábanas y que sus recetas no se pierdan entre pizzas y hamburguesas”, como si esa fuera la norma en toda España. Mallorca, Benidorm y otros muchos sitios de turismo low cost sirven muchas más pizzas, hamburguesas y paellas de engrudo que exquisiteces gastronómicas. Escaso poder de persuasión tiene su afirmación de que “tampoco ignoremos la importancia social que tienen los bares”. Desde luego que no, pero eso no justifica que España haya de ser, como lo es, el líder mundial absoluto en número de bares y restaurantes. Sería mejor que lo fuera de premios Nobel de Física. El turismo representa una parte importante del empleo y del PIB, es cierto, pero se trata de un empleo estacional y precario en muchos casos, como bien dijo el ministro y lo llevan diciendo los sindicatos desde hace años. Y sería estupendo que tuviéramos un turismo de calidad, con muchos profesionales como Raúl Igual y Enrique Pérez, pero también sería deseable que hubiera empresas de alta tecnología, con alto valor agregado y buenos salarios, laboratorios de investigación y fábricas de aparatos de electromedicina españoles. Y menos Kellys y camareros con salarios indignos, que no pueden permitirse comer y dormir en sitios de estrellas Michelín o de Relais&Châteaux.
Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

ABOGADO dijo...

Evaristo,no te olvides que los salarios indignos están reflejados en los convenios colectivos que se legalizaron en España en 1981, los cuales son aprobados por LOS SINDICATOS. Es decir que aprueban salarios indignos y, luego, los denuncian.