El artículo de opinión del concejal de Vox en el
Ayuntamiento de Teruel, Alejandro Nolasco, publicado en Diario de Teruel del
pasado día 26, es un claro ejemplo de cómo decir muy poco en muchas palabras.
Con un lenguaje ampuloso y retorcido, emplea tres cuartos del texto para
decirnos que el grupo Espacio Municipalista exigió una rectificación al
concejal de Deportes por sugerir flexibilizar la cuarentena en la que nos
encontramos. Para criticar a un adversario político no es necesario arremeter
contra toda la izquierda, como hace don Alejandro. Tampoco es necesario, para
algo tan simple, dedicar tantas líneas a hablar del comunismo de “Vladimir
Ilyich, alias Lenin”, y apenas una línea a Hitler. Seguramente, los lectores de
Diario de Teruel habrían entendido mucho mejor, ya puestos a hablar de
dictadores, que hubiera nombrado al que padecimos en España durante cuarenta
años: al “Caudillo de España y de la Cruzada, Generalísimo de los Ejércitos, D.
Francisco Franco Bahamonde”. Tal vez sea porque criticar a Franco no está bien
visto en Vox. No hay nada peor que las generalizaciones. En todo el espectro
ideológico hay personas sensatas y otras que no los son tanto. La torpeza de
Espacio Municipalista, que confunde sugerir con imponer, no es algo exclusivo
de la izquierda. Hace unos meses, Okdiario, un periódico nada amigo de los “izquierdosos
bolivarianos comunistas leninistas” y sí más cercano a la derecha, titulaba así
una información: “Lambán obligará a sus funcionarios a decir “criatura” en
lugar de niño o niña”. Lo que en realidad dijo el presidente es: “Se recomienda
a los funcionarios que en vez de decir “el niño” o “la niña”, usen alternativas
inclusivas como “la criatura” o “la/el infante””. Entre obligar y recomendar
hay una gran diferencia, sin necesidad de recurrir, como hace el señor Nolasco,
a la Real Academia Española. En conclusión, que tanto Espacio Municipalista
como el concejal de Vox, Nolasco, uno de izquierdas y el otro de derechas,
recurren a la misma manipulación para descalificar al adversario. Se parecen el
uno al otro mucho más de lo que ellos creen. Son como dos gotas de agua.
Evaristo Torres Olivas
No hay comentarios:
Publicar un comentario