lunes, 6 de abril de 2020
Predicar y dar trigo
Tengo un conocido al que le
cuentas una noticia, algo que has descubierto, un rumor que circula por el
pueblo, etc., y a los dos días te lo repite como si todo fuera de su cosecha,
como si la noticia, el descubrimiento, el rumor o lo que sea fueran fruto de su
inteligencia y su agudeza para enterarse de todo. Lo menciono aquí porque me he
acordado de él cuando he leído la opinión del portavoz del PSOE en el
Ayuntamiento de Teruel, Samuel Morón, en Diario de Teruel del 31 de marzo. Todo
cuanto nos cuenta es un corta y pega de lo que nos han contado otros durante
las pasadas dos semanas. Si las cartas al director fueran un examen del
colegio, al señor Morón se le pondría un cero por copiar. Yo creo que tanto él
como su correligionario Herminio Sancho han recurrido a copiar trozos de
entradas de la página del Rincón del Vago para escribir sus artículos.
Coinciden en todo, tanto en las críticas a la oposición como en los elogios
desproporcionados a su partido. Lo de los elogios desmesurados a su partido es
algo frecuente en los políticos mediocres, los que fuera de la política no se
les conoce otra ocupación o si la tienen les proporciona unos ingresos mucho
más bajos. En el centón de don Samuel la incoherencia es absoluta. Después de
decirnos que no es el momento de hacer críticas, que “todos deberíamos arrimar el
hombro” y de recordar las palabras del presidente Sánchez de que “ya habrá
tiempo de hacer oposición”, se dedica a criticar a la presidenta de la
Comunidad de Madrid y a todo lo que no sea el PSOE. Haz lo que yo diga, pero no
lo que yo haga, una cosa es predicar y otra dar trigo y defender la paz a
pedradas deben de ser los lemas favoritos del político socialista. Y quiero
terminar recordándole a don Samuel lo mismo que a don Herminio Sancho: que
Diario de Teruel no es el espacio para tributar “reconocimiento a la gestión” y
“gran acierto” de su partido; recurra a los correos electrónicos, las llamadas
telefónicas o las cuentas privadas de las redes sociales para decirles a sus
jefes lo mucho que los quiere y lo agradecido que está. Por una sencilla razón:
porque cuando se es juez y parte, todo cuanto pueda decir no tiene ninguna
credibilidad. Entre bomberos, no es de esperar que se pisen la manguera.
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Sin pelos en la lengua
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1 comentario:
Coges a un pastor que solo ha estado en el monte con el ganado, lo pones en una lista y a la semana está hablando de macroeconomía. Esto es lo que parece el tal Herminio y Con el máximo respeto a los pastores
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