Evaristo Torres Olivas
lunes, 30 de marzo de 2020
El diputado Sancho
He leído el escrito de opinión del diputado socialista
Herminio Sancho, publicado en Diario de Teruel del domingo, 29 de marzo y, en
lugar de tranquilizarme, me ha producido una mezcla de tristeza, rabia y
angustia. Asusta comprobar, y más en estos momentos difíciles, la preparación
de algunas de las personas en las que recae la gestión de lo público. El
artículo del señor Sancho, además de descuidado y mal escrito, está lleno de
lugares comunes y obviedades. Y algunas de sus afirmaciones son insultantes
para los turolenses; por ejemplo, cuando dice que “no debemos consentir que
haya un rincón de este país donde no se pueda ejercer el teletrabajo, o sea, se
viva sin conexión”. Como si su partido no tuviera nada que ver con esa carencia
de Teruel y de muchos otros lugares de España. Tampoco acierta don Herminio
cuando tras criticar a quienes difunden bulos y quienes ejercen la deslealtad
institucional, nos cuenta que para él “es un orgullo formar parte de uno de los
grupos parlamentarios que sustenta al Gobierno de España y quiero felicitarle
por la forma de afrontar esta crisis”. Que un diputado del PSOE esté orgulloso
de un Gobierno cuyo presidente y la mayoría de los ministros son de su partido
es tan esperable como que un empresario del jamón de Teruel diga que el jamón
es un alimento mucho mejor que la mortadela de olivas. Lo novedoso habría sido
que afirmara lo contrario. Claro que, si lo pensamos un poco, el artículo de
Herminio Sancho no va dirigido a los ciudadanos sino a los dirigentes de su
partido que lo colocaron el primero en las listas electorales. Ya lo dijo hace
mucho tiempo Alfonso Guerra, el que se mueve, no sale en la foto. Ese es el
motivo por el que el diputado Sancho recurre al peloteo, la adulación, a dar coba
y a dar jabón. Si en esta situación difícil no es el momento para la
deslealtad, tampoco lo es para hacer campaña electoral. Si tan orgulloso está
don Herminio de los dirigentes de su partido, que les envíe un “guasap” o un
correo electrónico y les cuente lo mucho que los quiere y lo agradecido que
está. Pero que no utilice la prensa para sus intereses personales.
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Sin pelos en la lengua
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1 comentario:
Qué este sujeto decida por mi, no lo soporto
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