Evaristo Torres Olivas
viernes, 20 de septiembre de 2019
El dinero público no es de nadie
Recientemente me invitaron en una asociación de vecinos para
impartir una charla sobre recursos humanos y dar algunos consejos sobre cómo
superar una entrevista de selección. Para preparar la presentación entré en las
páginas de algunas empresas que ofrecían trabajo. Elegí una oferta, entre otras
muchas. Buscaban a un responsable de Recursos Humanos, titulado en Derecho o
Relaciones Laborales, con un máster y experiencia en todas las áreas de esa
función. También pedían un nivel alto de inglés. Ofrecían un salario anual
entre 21.000 y 24.000 euros. Ahora
veamos lo que cobran los diputados de la Diputación Provincial de Teruel.
Dejaremos para otro día los puestos de presidente y vicepresidente y nos
centraremos en los puestos por debajo en el organigrama. Puestos para los que
no se requiere ninguna experiencia, ninguna titulación, ningún máster y ni
siquiera saber decir yes en inglés. Conozco a más de uno de esos diputados y
puedo dar fe de que algunos son incapaces de escribir dos líneas seguidas sin
incurrir en media docena de faltas de ortografía. Un portavoz de un partido en
la Diputación, y tenemos cinco, tiene un salario de 43 mil euros anuales. Los
diputados con una dedicación parcial cobran 36.200 euros por 25 horas
semanales, 26.100 euros por 18 horas y 25.700 euros por 15 horas semanales. En
resumen, que un diputado o diputada provincial sin apenas formación y sin
experiencia gana más en quince horas que un titulado en Derecho con máster,
idiomas y dilatada experiencia en cuarenta. Y un portavoz de un partido al que
no se le exige nada cobra el doble que el responsable de Recursos Humanos del
ejemplo. Hay otra diferencia muy importante: a la persona que ocupa el puesto en la empresa
privada no le preguntaron el sueldo que iba a cobrar; los diputados provinciales
de Teruel votaron en pleno sus salarios. Sin discrepancias. Total, pensarán, al
igual que la vicepresidenta Carmen Calvo –la que según sus palabras fue “cocinera
antes que fraila”—, que “el dinero público no es de nadie”. Con esa forma de
pensar y de actuar, la provincia de Teruel está abocada al fracaso.
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Sin pelos en la lengua
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1 comentario:
La provincia de Teruel LLEVA AÑOS EN EL FRACASO porque acepta su situación con resignación, sin aceptar que pagamos los mismos impuestos que, por ejemplo, los de Zaragoza, sin tener acceso a los mismos servicios. ABSTENCIÓN !!!!!!!
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