Escribe Pablo Echenique en su cuenta de Twitter: “Vuelvo en tren a casa. Me aborda Marta. Física. Trabaja en nanotecnología. En Montpellier. Lleva años fuera de España. No hay condiciones para volver. Tuvo suerte. Pudo votar desde Francia. Me pide que aguantemos. Por 3,7 millones de personas como ella (y más), aguantaremos”.
Y yo le contesto: Vuelvo
a casa en autobús. Estoy cansado. Me aborda María. Química. Trabaja en mezclas
raras. En Casetas. Es una eminencia. Me habla de Echenique. Una mezcla rara.
Era de Ciudadanos. Neoliberal. Apoyaba la invasión de Irak. Tuvo suerte.
Aprendió a decir casta, arriba y abajo. Como en Barrio Sésamo. Se hizo de
Podemos. Ahora vive del cuento. Del “storytelling” ramplón. No creo que lo
aguantemos mucho más tiempo.
Evaristo Torres Olivas
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