“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 16 de agosto de 2019

El método

Publicado en Diario de Teruel 16/05/2019
Muchos políticos tienen un ego tan grande y se consideran tan importantes y necesarios que creen que los ciudadanos somos unos imbéciles a los que les puede endilgar cualquier despropósito. Maru Díaz, la política de Podemos, es la nueva consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento. Para un cargo de ese nivel y esa responsabilidad uno espera encontrarse con una profesora universitaria con una dilatada experiencia, una destacada investigadora, una profesional con una reconocida trayectoria en la gestión de proyectos. Ninguno de esos requisitos concurre en la señora Díaz. Es una graduada universitaria en Filosofía sin experiencia laboral, ni en la universidad ni en ninguna otra parte. En una reciente entrevista reconoce que no tiene ninguna experiencia en gestión, pero que se va a “rodear de gente que sabe, muy técnica”. ¿Se imaginan en una entrevista de selección para una empresa a un candidato para un puesto de responsabilidad con la cara dura de decir que no tiene ninguna experiencia en gestión, pero si lo eligen se rodeará de buenos profesionales? No tiene sentido que un ejército lo dirija el soldado Vicente o la recluta Margarita y digan que se rodearán de generales y generalas para suplir su ignorancia. Eso solo ocurre en la política donde la selección de los candidatos no depende de su cualificación y recorrido sino de otros factores menos confesables. Que la señora Díaz tenga a buenos profesionales en su equipo es algo deseable, pero tal vez sería mejor que alguno de esos expertos fuera quien dirigiera la consejería en lugar de una persona sin experiencia ni en ciencia, ni en universidad, ni en sociedad del conocimiento, y que, además, nombra como jefe de Gabinete a Andoni Corrales, bombero, profesión que nada tiene que ver con las áreas de responsabilidad de la consejería. Tampoco tenía experiencia Pilar Alegría, la anterior consejera y ha estado cuatro años al frente, pensará la política de Podemos. Y es que con dinero público todo es posible. Si el método de selección de cargos de los partidos entre los miles de afiliados y simpatizantes que dicen tener, elige a personas tan bisoñas como Díaz y Corrales para una responsabilidad tan grande, está claro que lo que falla estrepitosamente es el método. Tan eficaz y fiable como llevar en andas al patrón del pueblo para que llueva.
Evaristo Torres Olivas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Maru Díaz es uno de los peajes -acaso el más gravoso- que ha de pagar el PSOE a Podemos para que haya pacto en Aragón. Mucho tuit, mucha proclama y mucha andanada (lingüística) y soflama en redes sociales, pero todo huero, manido y lleno de lugares comunes, es decir, encaja perfectamente en un puesto como ese. Que no haya trabajado antes (véase su declaración de bienes, por ejemplo y sus declaraciones en prensa) no es nuevo; lo que resulta insutante es que una chica joven, que sigue el modelo actual (Grado + Máster...) esté ya apesebrada y que, para los que tenemos hijos estudiando o buscando trabajo, sea el patrón a seguir (no conozco a muchos de 28 años con su sueldazo).
Y lo del bombero es de chiste (malo), pues tendrá que apagar numerosos fuegos -las más de las veces provocados por su jefa, que es de lengua rápida pero poco más- en una institución, la Universidad, llena de oportunistas, con vicios y derechos adquiridos y con sus camarillas.
¡Qué bien nos lo vamos a pasar!

Anónimo dijo...

Siempre se dijo que la ignorancia es muy atrevida.