Publicado en Heraldo de Aragón 19/05/2019
Me gustan las elecciones. Todas. Tanto las generales como
las autonómicas y municipales. Las europeas me chiflan. Son como las Navidades
y Reyes, pero a lo bestia. En lugar de un Papá Noel, Melchor, Gaspar y
Baltasar, tenemos a decenas de candidatos que nos ofrecen un catálogo inmenso
de regalos si echamos un sobre en una urna. Este año la oferta es tan grande
que me va a ser difícil elegir. Me han ofrecido un juego de geometría variable,
dos hospitales para mi provincia; tres otorrinos, dos dermatólogos y un
reumatólogo de los Clicks de Famobil. Tres museos: de la Guerra Civil, una
subsede del Museo Romántico y el Museo Nacional de Etnografía. También un
Scalextric A-40 y otro A-68, y un juego de trenes del Corredor
Cantábrico-Mediterráneo de alta capacidad, altas prestaciones, doble vía
electrificada y uso mixto. Para que pueda hacer deporte, me sugieren un
circuito de motos en Caparrates y un campo de béisbol. El auditorio que
necesita Teruel también está en el catálogo, así como bibliotecas a porrillo.
Un PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) para jugar al Monopoly y para tener
una ciudad amable, acogedora, compacta, del siglo XXI (reservando un trozo del
siglo XIII para celebrar las Bodas de Isabel todos los meses de febrero). No se
han olvidado de una Escuela de Idiomas con edificio propio, para que nuestros
jóvenes puedan viajar al extranjero sin tener que hablar inglés, francés y
alemán por señas. Me gusta que nuestros políticos nos traten como a niños con
sus mentirijillas, sus relatos falsificados y sus soluciones simplistas a
graves problemas. Me encanta que una candidata me diga que su partido quiere
bajar los impuestos porque el dinero ha de estar en manos de los ciudadanos y
así estimular la economía y crear empleo. La prueba está en que los países
menos prósperos, Islandia, Francia, Dinamarca, Suecia y Alemania, son los que
mayor presión fiscal tienen y unas tasas de desempleo que asustan. Yo ya tengo
mi sobre preparado. Y mucha ilusión. Hasta el día 26. A partir del día 27,
tendré que esperar otros cuatro años para que me vuelvan a prometer dos
hospitales, tres museos, tres otorrinos, dos dermatólogos y un reumatólogo (de los Clicks de Famobil), A-40,
A-68 y trenes del Corredor Cantábrico-Mediterráneo de alta capacidad, altas
prestaciones, doble vía electrificada y uso mixto.
lunes, 13 de mayo de 2019
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