Publicado en Heraldo de Aragón 12/02/2019
La consejera de Sanidad, Pilar Ventura, afirma que el Hospital Obispo Polanco de Teruel “está funcionando con normalidad”. No hay que desconfiar de nuestros políticos; están donde están para buscar el bien común y cumplir todo lo que nos prometieron. Por ejemplo, un hospital nuevo para Teruel capital y otro para Alcañiz. Si legislatura tras legislatura no se han podido construir es por motivos ajenos a la voluntad de los políticos, porque son tan honestos que jamás prometerían nada que no fueran a cumplir. Si falta personal médico en algunas especialidades del Polanco no es culpa de los políticos sino de las leyes que no pueden obligar a nadie a aceptar un puesto en Teruel. Y es que los médicos y médicas son gente rara. No se entiende que no quieran venir a Teruel con lo bien comunicada que está la ciudad y con los trenes tan cómodos y rápidos que tenemos para ir a Valencia, a Zaragoza o a Madrid. De todas maneras, y con el único interés de ayudar a nuestra consejera de Sanidad y a todo el Gobierno de Aragón, voy a proponer algunas medidas para evitar más reclamaciones y protestas de los pesados de Teruel Existe y otros colectivos. Si faltan pediatras no es preocupante, lo único que hay que hacer es esperar a que la criatura (así propone la guía que acaba de publicar el Gobierno de Aragón que llamemos a los niños y niñas) se haga adulta y pueda ir al médico de familia. Si faltan especialistas en reumatología, oftalmología o dermatología, se prohíbe por ley que los ciudadanos tengan enfermedades de esas especialidades. En cuanto a la especialidad de otorrinolaringología, lo mejor es hacer oídos sordos. Así, poco a poco, al ir prohibiendo tener enfermedades, ya no será necesario construir hospitales y los existentes se podrán reconvertir en un casino, una macro discoteca o un centro de interpretación de los Amantes de Teruel. Y de paso, también solucionaremos el problema de la despoblación: al ser Teruel, por ley, un territorio libre de enfermedades, miles de personas de toda España y de todo el mundo querrán venir a vivir aquí. Adicionalmente, al lema del escudo de Teruel, además de muy noble, fidelísima, heroica y vencedora, le podremos añadir sana e inmortal. O copiar el que nos contaba Emilio del Río, profesor de Latín, en Heraldo de Aragón del pasado viernes y que aparecía en un grafiti de la época de los romanos: “Come mucho, caga fuerte y que le den por el culo al médico”.
Evaristo Torres Olivas
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