“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 20 de febrero de 2019

Las tres pollas

Lo que da de sí que tres partidos de la derecha se junten para formar gobierno en Andalucía o para manifestarse en una plaza de Madrid. Para Irene Montero, de Podemos,  se trata de los “trillizos reaccionarios”. Miguel Urbán, del ala izquierda del mismo partido, los llama “el trifachito”. Pero quien le ha echado más imaginación ha sido la ministra de Justicia, Dolores Delgado; según ella, estamos ante la “derecha trifálica”. Ni tres tenores, ni trío calaveras, sino las tres pollas. Pero es que además, la frase completa que ha pronunciado la ministra en una entrevista con Pepa Bueno da para mucho cachondeo: “Ha habido un exceso de manipulación por parte de la derecha trifálica”. Añadió después que “había mucha testosterona”. Hablando de falos y de manipulación, que viene de mano, el pitorreo, que viene de pito, está asegurado. A falta de otros argumentos, los políticos, de todos los partidos y de todas las tendencias, recurren al chiste fácil, al ripio y a la ocurrencia de mal gusto. También puede ser que el subconsciente  le haya  jugado una mala pasada. La ministra dice que fue un lapsus, que lo que quería decir es “tricéfala o tricefálica”. Vamos, que lo quiere arreglar y la caga todavía más. Por su parte, Casado, el del PP, llama a Pedro Sánchez “traidor, felón” y otras hermosas palabras. Da la impresión de que a la política se dedican los peores de cada casa, aunque exhiban másteres cursados en la prestigiosa Universidad de Harvard de Aravaca y aprueben en un año la mitad de la carrera de Derecho. Y no se avergüenzan cuando se les reprocha recurrir siempre al mismo mantra. En un reciente programa de Salvados, Jordi Évole le pregunta a Irene Montero, la número dos de Podemos y ministra de la Presidencia si alguna vez ganan las elecciones, si llamar a PP, Ciudadanos y Vox “trillizos reaccionarios” no es algo “impostado y teatral”, y esta, con una sonrisa de oreja a oreja contesta que “es un lenguaje  muy especial, tú sabes que tienes tres minutos para contar una cosa, la tele no es un momento de reflexión, te pregunten lo que te pregunten, tú sabes que tienes muy poco tiempo para contar lo que quieres contar”. Y lo que quieren contar es insultar y llamar a los adversarios “trifachitos, amigos de los independentistas, traidores, derecha trifálica, felones y trillizos reaccionarios”. Son la polla.
Evaristo Torres Olivas

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