El lenguaje inclusivo y las profesiones sanitarias

El pasado miércoles, Heraldo de Aragón publicaba en la página 8  dos noticias con sendos titulares. El primero: Diga la criatura y el cuerpo docente, no el niño y el maestro. El segundo: Médicos y enfermeras inician mañana sus protestas con paros en todos los centros. El Gobierno de Aragón ha editado una guía de lenguaje inclusivo para evitar el masculino genérico y recomienda, entre otros, prescindir de los plurales masculinos por defecto así como la fórmula médica/médico  o presa/preso y sustituirlos por formas inclusivas como la plantilla médica o la población reclusa. Termina el artículo con estas palabras de la guía: “El uso de determinadas palabras o la omisión de estas para definir y dirigirnos a determinados colectivos puede contribuir a su invisibilización  (palabra que no figura en los diccionarios y podría sustituirse por ocultar o esconder) o, por el contrario a potenciar su reconocimiento e identificación”. El autor del segundo artículo no ha debido leer las recomendaciones de la guía y además genera, tal vez sin pretenderlo, mucha confusión. Al escribir que médicos y enfermeras iniciarán protestas con paros, se puede interpretar que solo el personal médico hombre y el de enfermería mujer irán a la huelga y que las médicas y los enfermeros no la secundarán. El título también perpetúa, consciente o inconscientemente, la exclusión de las mujeres de ciertos puestos. Tenemos grabado en nuestras mentes ciertos esquemas como médico/enfermera, jefe/secretaria, piloto/azafata que son injustos e hirientes para las mujeres. En el caso de la profesión médica la injusticia es todavía mayor puesto que el número de médicas es superior al de médicos. De todas las alternativas posibles, el autor del titular ha elegido el peor. El mejor titular habría sido este: Las plantillas médica y de enfermería inician  sus protestas. Médicas y enfermeros inician sus protestas habría sido inexacto pero menos ofensivo que el elegido. Y médicas y enfermeras inician sus protestas también es bueno porque en ambas profesiones, la médica y la de enfermería, el número de mujeres supera al de hombres.

Evaristo Torres Olivas