Dos titulares en el Diario de Teruel del pasado día 21 de febrero me han hecho reflexionar sobre las afirmaciones rotundas de los políticos. En la portada aparecía este titular: Buj se compromete a trabajar para todos los turolenses. En la página 5, este otro: Emma Buj se presenta dispuesta a firmar un contrato con la sociedad turolense. Ya en el texto del artículo se nos dice que la señora Buj está “dispuesta a firmar un contrato con todos sus habitantes, voten a quien voten, y a trabajar por un futuro mejor”. Se trata de palabras hueras. ¿Pretende la señora Buj, con esas afirmaciones, distinguirse del resto de pretendientes a la alcaldía de Teruel? No conozco a ningún político, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, que no diga que se compromete a trabajar para todos los ciudadanos y por un futuro mejor. ¿Se imaginan a alguien decir que se propone trabajar solo por los que le voten y para un futuro peor? ¿O a declarar que no piensa dar ni golpe para arruinar el país? En cuanto a firmar un contrato con todos los turolenses, aunque fuera posible, para que tuviera validez habría que especificar el objeto cierto materia de contrato, para poder exigir su cumplimiento y aplicar las sanciones correspondientes en caso de no hacerlo. Comprometerse a trabajar y a un futuro mejor no deja de ser un brindis al sol. Las ambigüedades y los objetos o servicios imposibles no pueden ser objeto de contrato. ¿Qué es trabajar? ¿Qué es un futuro mejor? Habría que cuantificar, precisar, detallar y fijar los elementos de medida para saber si se ha alcanzado o no el compromiso contractual. Y también habrá que precisar quiénes serán los árbitros que dictaminen el grado de cumplimiento en caso de desacuerdo entre las partes firmantes del contrato. Porque si los jueces han de ser Joaquín Juste, presidente del PP de Teruel o Luis María Beamonte, presidente del PP en Aragón, ya sabemos lo que nos dirán: que la señora Buj destaca “por su gran capacidad de trabajo y tiene las ideas claras”, según el primero, y por su “compromiso con la ciudad”, el segundo. Otro brindis al sol. Hablar por hablar. ¿Algún presidente de partido diría que sus candidatos son unos inútiles?
Evaristo Torres Olivas
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