“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 1 de marzo de 2019

El ego y la escritora fantasma

Publicado en Eco de Teruel el 28/02/2019
A Pedro Sánchez le han escrito un libro, Manual de resistencia. Se lo ha escrito una negra—perdón,  una escritora fantasma— que se llama Irene Lozano. Sabemos el nombre de la autora porque lo ha dicho el presidente. Ha hecho bien, porque después del lío con su tesis doctoral  que el defensor de la educación pública obtuvo en una universidad privada, no era prudente callar el nombre de la “redactora literaria”. Y más si consideramos que hace nada, cuando Irene Lozano era diputada por UPyD, ponía a caldo al PSOE y a sus dirigentes. Hoy, por el bien de España, según afirma, está en el equipo de presidente como secretaria de Estado de la España Global, un puesto con muchas pretensiones y escaso contenido; tanto que le deja tiempo para escribirle los libros al jefe. Pero mañana, vaya usted a saber si no se va a Ciudadanos o a Vox, también por el bien de España—y porque le ofrecen un puesto de ministra— y se pone a largar que ella le escribió el libro a Pedro Sánchez.  El ego del presidente es inmenso: en la portada del libro que no ha escrito, además de su nombre en rojo, aparece su foto que cubre las tres cuartas partes del espacio. Yo tengo por norma no comprar libros en los que el reclamo es la cara del autor. Y menos si es un autor que no lo es. En eso, el Manual de resistencia de Pedro Sánchez se parece mucho al de Belén Esteban, Ambiciones y reflexiones. Son libros de ocurrencias, de chascarrillos, insustanciales, prescindibles, pero que en las ferias de los libros atraen a la gente a cientos, buscando la firma del famoso, mientras que a las casetas de los escritores de verdad acuden cuatro gatos. Yo tuve un jefe, el peor que he tenido, al que los machacas le escribíamos todo: los discursos, las presentaciones y las respuestas a las entrevistas y consultas que le hacían por escrito (a las presenciales no acudía jamás). Nunca daba las gracias y daba por hecho que nuestro trabajo también consistía en hacer el suyo. No se le caía la cara de vergüenza al poner su nombre en los trabajos que habían hecho otros. Y también le gustaba colocar su foto, además del nombre, en todas las publicaciones. A lo mejor fue profesor de Pedro Sánchez en la Universidad Camilo José Cela.
Evaristo Torres Olivas





No hay comentarios: