“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 9 de enero de 2019

Los temporeros de la política

El periodista y escritor Juan Antonio Molina contaba en un reciente artículo las confidencias que un cercano a Susana Díaz le hacía a un conocido columnista: "No se piensa ir, entre otras cosas porque no puede irse a ningún sitio: es carne de aparato desde que hizo la primera comunión y no sabe ni poner una bombilla"Y efectivamente, fuera de la política, doña Susana no ha hecho nada. La política como medio de vida. El partido como centro de formación. ¿Y qué se aprende en el  partido? La intriga, la manipulación, el quítate tú para ponerme yo y ocupar espacios de poder. Se aprende postureo delante del photocall  y a no decir nada en muchas palabras. Se aprende a insultar, a hacer promesas que no se cumplen y a que no se te ponga la cara colorada cuando te lo recuerdan. En el partido se adquieren competencias que te permiten confundir el bien común con el beneficio propio. Te enseñan a inventar y difundir noticias falsas para conseguir votos. Pero ni Salamanca ni el partido prestan lo que no da natura, por lo que si hace falta falsifican el currículum y obtienen, de universidades controladas por el partido, másteres sin dar palo al agua y sin asistir a clase. Muchos proclaman que están en la política de paso, temporalmente, y efectivamente, entran cuando son muy jóvenes y se van cuando dan el paso a la jubilación o pasan a mejor vida. ¿Quieren conocer algunos temporeros de la política turolense? Aquí van cuatro: Manuel Blasco, Carmen Pobo, Vicente Guillén, Mayte Pérez. Dos hombres y dos mujeres, por lo de la paridad; de la derecha y de la autodenominada izquierda. El país puede ir bien o mal, puede haber crisis o no, pueden ganar las elecciones unos u otros, pero a ellos siempre les va bien. No conocen el paro, nunca les falta dinero para llegar a fin de mes, si no son alcaldes son diputados, presidentes de diputación, consejeros, senadores, porque en política se puede ser de todo sin tener experiencia en nada, sin saber idiomas, sin que nadie te exija tener conocimientos de informática a nivel usuario ni quién descubrió la penicilina. Exigen menos para dirigir la Diputación de Teruel con un presupuesto de 60 millones de euros que para ser auxiliar administrativo de una granja de caracoles. Así nos va.
Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

Anónimo dijo...

El artículo tiene parte de razón.

Ahora bien, no en todas, pero sí en muchas empresas, parte de los cargos directivos sí tienen idiomas, carreras del ramo y másteres a cascoporro... y no por eso se hacen las cosas mejor.
Porque para hacer las cosas bien, es decir, de forma que beneficien a la mayoría pobre y trabajadora, sin joder animales gratuitamente ni reventar el medio ambiente como idiotas... se precisa algo mucho más importante: querer.

Cuando se es clase dominante (en el grado que sea), preparada o no, económica, política o cualquiera que sea su ramo... misteriosamente, todas las mujeres y hombres que componen estos estratos y sectores de las clases opresoras... ¡fíjate!, ¡qué casualidad!, ¡qué curiosa circunstancia!... que a ninguna de estas personas le preocupa una mierda el bienestar de las pocas o muchas personas que dependen de sus decisiones.

¿Aprendemos o lo obviamos?