“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 17 de enero de 2019

La cosa no es tan simple

Con el título de La cosa es muy simple, escribía Chema López Juderías una columna en Diario de Teruel el pasado 13 de enero. En ella, se lamentaba, como otros muchos, del cierre de la librería de Zaragoza Los Portadores de Sueños. Pero advertía de que si los ciudadanos, en lugar de encargar los libros por Amazon, los compráramos en nuestra librería de barrio, seguramente no tendría que cerrar. Lo mismo pasa con otros pequeños negocios. Tiene mucha razón. Yo compro muchos libros: la gran mayoría en Teruel, en librerías de la ciudad. Por los motivos que apunta el director del Diario de Teruel. En lo que no estoy de acuerdo es que comprar por Amazon es ahorrarse “dos cochinos euros”. Yo vivo en Villarquemado, a 25 kilómetros de la capital y en mi pueblo no hay una librería. Supongamos que yo quiero comprar el libro El pajarito pinto que tiene un precio de 20 euros, tanto en Amazon como en las librerías. Si lo pido por Amazon, al día siguiente o como mucho en 48 horas llaman al timbre de mi casa y me lo entregan. Coste total: 20 euros. Pero si he de ir a Teruel, he de contar, como mínimo, con una hora para ir y venir, gastar 3 litros de gasolina y pagar media hora de parquin. El tiempo, la gasolina y el parquin cuestan dinero, algo más de “dos cochinos euros”. Precio total de El pajarito pinto: ¿26 euros?, ¿28?, ¿30? Pero Amazon, Casa del Libro y otras tienen otra ventaja: pidas lo que pidas lo tienes en casa inmediatamente y si no es nuevo, te proponen comprarlo de segunda mano a precio reducido. En la librería de barrio, si tienen el libro, con un viaje es suficiente, pero si no lo tienen y hay que pedirlo, te pueden tardar dos días, cuatro, seis, quince o un mes. Al final, el precio se dispara: he tenido que hacer dos viajes, cien kilómetros, invertir dos horas de mi tiempo y pagar una hora de aparcamiento. Si no tienes mucha urgencia con el libro, no pasa nada, pero como lo necesites urgentemente para un trabajo, una charla o un regalo,  la apuesta por Amazon,  Casa del Libro o cualquier otra es la más razonable. Lamentablemente. ¿Por qué no se agrupan las librerías de Teruel para repartir los pedidos a los pueblos con una furgoneta?  En definitiva, que la cosa no es tan simple.
Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se agrupan las librerías turolenses para hacer pedidos conjuntos, posibilitando así que les chuleen menos las grandes distribuidoras..., como para pensar en repartir a domicilio por la provincia... .
Mal está la cosa.

La tesis del director del DdT es cierta... pero la economía de la mayoría de la gente no le permite hacerle mucho caso.
Es una pena que existan grandes empresas que, obviamente, no les importa ni Teruel, ni sus habitantes, ni nada más que el engorde de su cuenta de resultados, capaces de poner en tu casa una botella de "refresco" más barata que en la tienda -o incluso, el super- de tu barrio. Casi nadie percibe -y quien usa esos "servicios", menos- que esa botella no es barata en realidad. El precio que tú no pagas, robos estructurales de la empresa aparte, lo van a pagar en su sueldo y condiciones de trabajo las trabajadoras o los productores, o todas ellas, dependiendo del producto.
Con lo justa de dinero que va la gente y la mentalidad borreguil que nos imponen y nos domina... estamos vendidas.

Es, en cierta medida, el mismo estado mental capaz de afirmar -que yo lo he oído-, cuando abrieron mc donald's en Teruel, de gente que decía, alborazada, poco más o menos: "Teruel ya es un poco más moderno ahora que ha llegado". Claro, pobres, es que Teruel debía ser la única capital de provincia que no tenía semejante antro infame... y tal agravio comparativo era... ¡terrible!
¡Ahora a por el Zara! ¡Venga! Que sin comprar ropa confeccionada, entre otras, por refugiados que cobran 250 euros al mes... ¡no somos nada! A. O. es un gran emprendedor español... lo dicen por la tv y por la radio, ¿vd. también lo escuchó, no? ¡Será verdad!... .


Nos han vuelto idiotas. Y no tenemos la capacidad colectiva de espabilar. Todas y todos, en unas cosas u otras, en mayor o menor medida, estamos al albur de la mierda y la degradación de nuestras condiciones de vida que le dé por discurrir y arrojarnos a personas infames e indecentes de diversos consejos de administración.