“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 24 de diciembre de 2018

Anis Machaquito y Sidra El Gaitero

Cada año, cuando llegan las Navidades, me acuerdo del Anís Machaquito y de la Sidra El Gaitero. El jefe de la empresa en la que trabajaba mi entonces esposa era natural de Cabra, en Córdoba. Cada año, para Navidad, a los empleados les regalaba siempre lo mismo: varias botellas de Anís Machaquito, elaborado en Rute, otro pueblo de Córdoba cercano. Llegamos a acumular una buena colección de botellas de anís en cuya etiqueta figuraba la cara del torero Machaquito, cordobés, por supuesto, y que debía su nombre a su habilidad para estoquear a los toros, a machacarlos. El chófer de la empresa, Rafael, hacía varios viajes al año al pueblo del jefe y para hacerse el gracioso le decía a la gente una frase que según dónde se haga la pausa puede significar una cosa u otra: Me voy cara Cabra o me voy, cara cabra. En casa, a todos nos hacía gracia la ocurrencia de Rafael. En la empresa en la que yo trabajaba no nos regalaban nada. Los propietarios, dos ancianos que habían sido directivos de un banco, eran unos roñosos de mucho cuidado. Pero un año, uno de ellos, para celebrar que una de sus hijas se había casado recientemente, quiso tener un detalle con los empleados en Navidad, y me pidió a mí, responsable de personal, que hiciese un presupuesto para regalar una botella de champán a cada empleado (entonces la palabra cava aún no era de uso frecuente). Cuando vio la cifra, cambió de opinión y la botella de champán fue sustituida por otra de Sidra El Gaitero, famosa en el mundo entero. Y esa Navidad, junto al sobre con el dinero (en esa empresa no se cobraba por transferencia sino en metálico), recibimos una botella de sidra. La tacañería de los dos ancianos era tan grande que Eulogio— Ulogio para todos los empleados—, enlace sindical (era antes de la existencia de los comités de empresa), en la conclusión de todos las reuniones, se despedía con el mismo mensaje motivador, una especie de mantra para dar ánimo a los trabajadores: “Y ya sabéis, compañeros, lo que no os llevéis en jornales, os lo lleváis en materiales”. ¡Felices Fiestas a todos los lectores de este blog! Brindemos con una copa de Sidra El Gaitero y otra de Anís Machaquito.
Evaristo Torres Olivas

2 comentarios:

José Luis dijo...

Felices fiestas también para tí y los tuyos y que el próximo año te colme de ternura, pan, salud, justicia, educación, cultura, poesía y libertad. Cuídate, amigo.

Anónimo dijo...

¡Que termines bien el año y empieces el siguiente aún mejor !
¿ No se puede leer la entrada del Pensamiento y la carne?
Saludos.