Lo importante es la foto

Imaginemos un pueblo de Teruel al que llamaremos Mora de Rubielos. Vamos a convenir que en ese pueblo la corporación municipal la forman nueve personas, seis hombres y tres mujeres. Supongamos que de esos nueve concejales cuatro son de un partido al que llamaremos PAR, otros cuatro del partido PSOE y uno del partido PP. Nos inventamos que en un pleno el partido PSOE propone que se habilite un terreno para el aparcamiento de caravanas. Llamaremos Las Escopeteras a la zona del estacionamiento y diez las plazas disponibles. Daremos por sentado que en el ayuntamiento todos se llevan muy bien y que la propuesta del PSOE es aceptada por todos los concejales. Ahora nos ponemos en la piel de un periodista y con esos datos redactamos una noticia para informar a los lectores. No es fácil, porque la cosa no da para mucho. En todo caso para un breve: El ayuntamiento de Mora de Rubielos acuerda habilitar un estacionamiento para diez caravanas en la zona de Las Escopeteras, próxima al castillo. Si se quiere ilustrar con una foto, lo más acertado sería poner una, pequeña,  del terreno o del ayuntamiento. Y como último recurso, una del pleno del consistorio. Todo lo que antecede no es ni imaginación, ni conveniencia, ni invención. Es la realidad y Diario de Teruel le dedicó media página el pasado sábado, tres de noviembre. La foto ocupa más espacio que el texto. Además, en la foto no aparece ni el terreno, ni la fachada del ayuntamiento ni siquiera el pleno del consistorio. Aparecen seis miembros del PSOE, todo hombres, entre ellos Arrufat, delegado en Teruel del Gobierno de Aragón, José Luis López, diputado provincial, y Ángel Gracia, exalcalde y exsenador. Y todo para ilustrar una simple noticia de crear un parquin de  diez plazas. Cabe imaginar que si en lugar de diez plazas hubieran sido cincuenta, en la foto habrían posado no solamente todos los alcaldes, diputados y  senadores socialistas de Teruel sino de todo Aragón y quizás habrían pedido refuerzos a las provincias limítrofes e incluso al mismo Madrid. Eso sí, ninguna mujer, porque un aparcamiento, al igual que el coñac Soberano, es cosa de hombres.

Evaristo Torres Olivas