Evaristo Torres Olivas
viernes, 19 de octubre de 2018
Perrodistas
Vaya por delante que Pablo
Echenique no es un político a quien admire, sino todo lo contrario. Me parece uno
de los personajes más volubles e incongruentes de la política española. Ha
pasado en pocos años de ser un defensor de la invasión de Irak y las políticas
liberales a tildar de fascista a cualquiera que cuestione sus opiniones. Ha
pasado de enfrentarse a Pablo Iglesias a hacer de alfombra por la que pisan las
zapatillas de Alcampo del secretario general. Toda sus trayectoria política ha
estado orientada a trepar dentro del partido en lugar de cumplir con las
responsabilidades para las que fue elegido: abandonó el cargo de eurodiputado
sin haber hecho nada de provecho; abandonó el puesto de diputado autonómico,
sin nada reseñable que agradecerle, para irse a Madrid como secretario de
Organización, a pesar de haber dicho que no aceptaría el puesto si no podía
ejercerlo desde Zaragoza. Dicho lo
anterior, me indigna lo que se ha publicado recientemente sobre Echenique y las
reformas en su casa de Madrid. “Carmena expedienta a Echenique por realizar
unas obras en su piso del barrio de Salamanca”, titulaba ABC. “Carmena expedienta a Echenique por hacer
obras sin licencia en su piso en el barrio de Salamanca de Madrid”, según
el El Huff Post y Europa Press. “El
Ayuntamiento de Carmena expedienta a Echenique por obras ilegales en su piso en
el barrio más caro”, vomita ok diario. Quienes dirigen esos periódicos y
escriben esos titulares no son periodistas y sí mercenarios al servicio no de la
verdad y de los ciudadanos sino de los intereses de los dueños del periódico y
de los partidos políticos a los que sirven con fidelidad perruna. Carmena no ha
expedientado a Echenique, ni tampoco el ayuntamiento es de Carmena. Los
funcionarios del ayuntamiento de Madrid simplemente han aplicado la legislación
vigente. Y no han expedientado a Echenique sino al propietario de la vivienda. El
barrio de La Guindalera, en el que está la vivienda, si bien está en el barrio
de Salamanca, es un barrio de origen obrero y no es comparable a la zona pija
de Serrano. Y finalmente, esos grandes titulares omiten que la vivienda de
Echenique no es una mansión de cuatrocientos metros cuadrados sino una planta
baja—por razones obvias—de cincuenta metros. No es lo mismo ser periodista que
perrodista.
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Sin pelos en la lengua
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1 comentario:
¿Cómo vamos a poder formarnos una idea "decente" de la realidad y actuar en consecuencia, cuando muchas de las cosas que nos cuentan los medios de intoxicación de masas están manipuladas, tergiversadas, ocultadas, etc...?
La mayoría de la gente no va a tener la oportunidad de ser lo suficientemente despierta y crítica para poder filtrar, al menos parcialmente, las mentiras y sandeces con las que nos abruman a todas y todos cotidianamente. Saturan nuestros umbrales de absorción con mentiras, idioteces y maledicencias, impidiendo que procesemos correctamente las cosas y vayamos más allá. Si están ahogados en la mierda que les damos, piensan, no podrán discurrir cosas que no nos convienen. Ya pueden votar, sientánse libres en el estado de derecho... .
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