“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 29 de octubre de 2018

La razón y el corazón de los banqueros

"El corazón tiene razones que la razón desconoce”, sentenciaba el filósofo. Puestos a jugar con las palabras, yo digo que la razón tiene corazonadas que el corazón desconoce. Y mi corazonada es que los banqueros ni saben usar la razón ni tienen corazón. Solo tienen ambición, avaricia y poca vergüenza. Después de muchos años de soberbia, Rodrigo Rato ha ingresado finalmente en prisión y para ver si le cae el indulto, ha declarado lo siguiente: "Acepto mis obligaciones con la sociedad y asumo los errores que haya cometido. Pido perdón a la sociedad y a aquellas personas que se hayan podido sentir decepcionadas". Los errores que cometen solo les benefician a ellos: utilizar la tarjeta “black” para viajes caros, retiradas de grandes cantidades de efectivo del cajero, vino, estancias en hoteles de lujo, lencería o fiestas en bares. Nunca cometen el error de perdonarles los intereses de los préstamos a los clientes. El perdón de Rato es un perdón con la boca pequeña o con un morro que se lo pisa. Pero no es el único que me da la corazonada de que me está tomando el pelo: María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, ha afirmado que le parece muy difícil que la sociedad cambie la mala imagen, totalmente “injustificada” que tiene de la banca. “Nadie nos defiende”, ha añadido, y concluye con esta sentencia: “Aunque es verdad que hicimos cosas que no debíamos”. Que nadie los defiende es mentira: todos los bufetes de abogados más prestigiosos están a su servicio y el Tribunal  Supremo ha dicho digo donde dijo Diego. En cuanto que no entiende por qué si los banqueros han hecho cosas que no debían los ciudadanos tienen mala imagen de la banca, nos encontramos ante el mismo razonamiento del niño que no entiende por qué se enfadan sus padres si saca cinco suspensos. O del obispo que afirmaba que no entendía por qué había tanto revuelo con los abusos de los curas si, de hecho, hay adolescentes que están de acuerdo y deseándolo. Incluso, si te descuidas, te provocan, remataba. En conclusión, que hay razonamientos, corazonadas, intuiciones y sandeces. Y las sandeces abundan entre los banqueros y los curas.
Evaristo Torres Olivas  

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