Evaristo Torres Olivas
jueves, 11 de octubre de 2018
Embaucadores
Hace unos días, en
un programa de cotilleo entrevistaban a una diseñadora famosa —aunque yo no la
conocía—, Lolita Lempicka. No me interesaba nada lo que decía, pero me quedé
con el resumen que hacía una voz en off una vez terminada la entrevista: “Una moda a flor de piel para
una mujer moderna”. Navegando por internet, leo otras opiniones sobre esta
diseñadora de ropa y perfume y me encuentro con gilipolleces como esta: “Representa
la esencia de la mujer francesa: le gusta la buena vida”. Por lo
visto, las mujeres de resto del mundo huyen de la buena vida. Clara que Lolita
Lempicka— seudónimo de Josiane Maryse Pividal—tampoco
se queda atrás cuando afirma solemnemente que “a las mujeres que no se perfuman les falta
algo”. Esta vacuidad, este hablar mucho para no decir nada, no es algo
exclusivo del negocio de la moda. Es la aportación del marketing y de la
publicidad para vender cualquier producto, sea bueno, malo o regular. Los lemas
y eslóganes son frases más o menos ingeniosas que sirven para cualquier cosa. “Bienvenido
a la república independiente de mi casa”, eslogan de Ikea, lo mismo se puede
utilizar para vender tablas que tienes que ensamblar en tu casa, que como lema
de los independentistas catalanes en las próximas elecciones”. Algunas de las
mentiras con las que se presentan algunas empresas rayan en lo delictivo: Coca-Cola, que se anuncia como la
chispa de la vida, es una bebida que ningún médico recomendaría; y esta semana, los periódicos publican una notica en
la que se afirma que Coca-Cola es una de las empresas que más contaminan los
océanos con plástico. Los partidos políticos también recurren al engaño y a la
mentira para que les votemos. “España
en serio”. “Un futuro para la mayoría”. “Vota con ilusión”. “Un país contigo”. “Por un
nuevo país”. Estos son los lemas con los que los partidos españoles se
prestaron a las elecciones. Si alguien es capaz de identificar a qué partido
corresponde cada eslogan será de casualidad. Uno de los pocos lemas qué sí
recogía una verdad como una catedral fue el de la campaña de Zapatero de 2004: “Merecemos
una España mejor”. Desgraciadamente, solo fueron palabras vacías, que no
comprometían a nada.
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Sin pelos en la lengua
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1 comentario:
Cocacola la recomiendan los médicos para tratar la acetona en los niños y Cocacola NO es la que más contamina sino las personas que tiran sus botellas al mar. Precisión Evaristo. Saludos
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