“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 20 de septiembre de 2018

Herrar es umano

Ya he contado aquí en alguna ocasión que cuando yo era estudiante, de once o doce años, imberbe y enamoradizo, copiaba poesías de Bécquer y se las enviaba a las chicas que me gustaban. Las copiaba tal cual, con la única diferencia de la firma, que en lugar de Gustavo Adolfo Bécquer figuraba Evaristo Torres. Casi nunca surtían efecto, pero una vez me correspondieron con otra poesía muy hermosa, que años más tarde descubrí que la había escrito Quevedo y no la Margarita que la firmaba. Entre pillos andaba el juego. Entonces no existía internet ni programas para comprobar el plagio. Hace dos o tres años, un pariente que se había jubilado recientemente, decidió escribir un libro para ocupar su ocio. Estuvo un año recopilando material, leyendo y escribiendo. En una imprenta, encargó cien ejemplares que después vendió a la familia y amigos por el módico precio de 15 euros. La portada, una fotografía de su cara y su nombre en letras grandes. El contenido, poesías, chistes, jotas, refranes y ocurrencias. Ni uno solo de los textos era original. De la página 1 a la 140. Pero en ninguno de ellos se citaba ni el autor ni la procedencia ni nada. Era el TFVL, el Trabajo Fin de Vida Laboral de mi pariente. Pedro Sánchez, nuestro presidente, escribió un libro que contenía su tesis y algunos otros documentos. El periódico El País ha  publicado que en ese libro se plagian párrafos enteros de la conferencia de un embajador, sin entrecomillar ni citar la procedencia. Se trata de un “error involuntario” han declarado desde Moncloa.  "Los coautores únicamente pueden lamentar este hecho y comprometer su subsanación en el más breve plazo. En las siguientes ediciones de la obra se incluirá correctamente la cita", han añadido. En resumen que hay tres tipos de copiones: los voluntarios como yo y Margarita, los involuntarios como Pedro Sánchez, Cristina Cifuentes, Pablo Casado y Carmen Montón, y los antólogos como mi pariente, que no es consciente de haber incurrido en ningún error. Me despido de ustedes con unas palabras que se me acaban de ocurrir: En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. A ver si tengo tiempo y este invierno sigo a partir de ahí y escribo una novela que se titulará Cien años de soledad.
Evaristo Torres Olivas

No hay comentarios: