“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 23 de mayo de 2018

Nos toman por imbéciles

Publicado Diario de Teruel 24/05/2018
Ser ciudadano de a pie, de los de infantería, no es nada fácil. La publicidad y los políticos nos bombardean a diario con promesas que nunca cumplen y con mentiras como catedrales. Recurren a topo tipo de trucos comunicativos para hacernos tragar píldoras como plazas de toros. Veamos el ejemplo de estos días, el trending topic, el tema central de la agenda mediática: la casa, la vivienda, el chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero. Para Inda y otros periodistas de la derecha, la casa de Iglesias/Montero es un casoplón, una vivienda de superlujo, una mansión y una dacha. Para los dirigentes de Podemos y sus apologetas, una vivienda de tres habitaciones para una familia con dos hijos y tres perros, un hogar. Unos se ceban en la casa de los podemitas e ignoran las casas que tienen otros dirigentes políticos del PP. Los de Podemos mezclan la compra de la casa con la persecución a la que son sometidos por los fascistas, sicarios y mafiosos que mandan cabezas de caballo (Echenique dixit). Los enemigos de la pareja exageran tanto las dimensiones de la casa como el precio, la piscina la convierten en un lago y la parcela en un bosque. Los amigos rebajan el importe de la cuota de la hipoteca, se quejan de que “los de arriba” quieren que “los de abajo”  se apretujen en cuchitriles de 40 metros o vivan debajo de un puente (sentencia de Monedero). Y Alberto Garzón, que se dice amigo pero no lo es tanto,  aprovecha que a Iglesias y Montero les están dando duro para decir que él y su pareja también están esperando un hijo y que se han comprado un piso de 89 metros, con tres habitaciones, en Rivas, el pueblo en el que han estado viviendo Pablo e Irene. Y les cuesta tres veces más barato que el chalet de Galapagar. El de la coleta y sus asesores opinan que se han cebado con su casa para desviar la atención sobre los corruptos del PP, la carrera de Derecho de cinco años en uno y el máster de Harvard de dos años cursado en cuatro días en Aravaca de Pablo Casado, pero se callan cuando en mitad de la tormenta viene a salvarles Eduardo Zaplana con su detención, acusado de blanqueo de capitales y cohecho. Y toda esa bazofia, de unos y de los otros, tiene como destinatario al ciudadano corriente, el que no vive del cuento. Un ciudadano al que estos desalmados toman por imbécil y al que machacan a diario con toneladas de desinformación y confusión.

Evaristo Torres Olivas


No hay comentarios: