“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 22 de mayo de 2018

La manipulación en los medios de comunicación

En el ejercicio del periodismo hay muchas maneras de manipular. Veamos algunas. Inventarse una noticia, por ejemplo. Las fake news y la posverdad,  como se las llama ahora. Su gravedad depende del contenido. No es lo mismo inventarse que dos terroristas armados se han atrincherado en un bar del paseo de la Independencia que un parado de larga duración compra una estantería en Ikea por 50 euros y la vende por 150 000 a una galería de arte. Otra forma de manipular consiste en falsificar los datos. El ejemplo más claro lo constituye la asistencia a una manifestación: si quince mil personas se juntan para protestar por algo, habrá medios que publicarán que han sido ochenta mil y otros que ochocientas. Una tercera forma de manipular consiste en ocultar los hechos. Imaginemos que un alto cargo público les dice que se jodan a un grupo de jubilados que protestan por las pensiones y en el telediario de la cadena pública ni se menciona el incidente.  Finalmente, destacaremos otra forma de manipular: el desequilibrio en la información. Consiste en publicar una barbaridad sobre alguien en primera página y con grandes letras y esconder la réplica del afectado en páginas interiores, en letras pequeñas. Otra variante consiste en resaltar un hecho sobre los demás sin justificación. Veamos un caso reciente. El Centro De Educación de Adultos “Isabel de Segura” de Teruel organiza todos años un  encuentro de clubes de lectura y entrega su premio Lector del año. Yo estuve presente en ese encuentro. Este año recibieron el citado premio doña Tomasa Punter, una lectora de 92 años, María del Carmen Fuertes, bibliotecaria de Monreal del Campo y el Servicio de Bibliotecas de la Diputación de Teruel. Hablaron el director y algunos profesores de la escuela y hablaron los políticos. En la crónica del encuentro publicada al día siguiente en Diario de Teruel, el titular era  Reconocimiento para el Servicio de Bibliotecas de la DPT. Toda la primera parte del artículo se dedica a hablar del premio a la Diputación y a glosar las palabras del alcalde de Alcañiz y diputado delegado de Bibliotecas de la DPT. A las dos otras premiadas, solamente se les dedica media línea a cada una. Y en la foto que ilustra el artículo, en lugar destacado, los políticos; la bibliotecaria de Monreal, en una esquina y doña Tomasa, la señora de 92 años, como si no existiera. Eso, además de mal periodismo, es manipulación. Y doy fe porque estuve sentado en la primera fila.

Evaristo Torres Olivas

2 comentarios:

José Luis dijo...

Cierto y verídico.

Martín dijo...

Y yo también doy fe, que estuve haciendo fotos. Esa "noticia" del Diario glosa perfectamente la diferencia entre periodismo y propaganda. En fin...