“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 13 de abril de 2018

El máster de Cifuentes, la posverdad y la mecánica cuántica

«En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira». Lo escribió Ramón de  Campoamor hace muchos años. Cristina Cifuentes debe de haberlo leído y por ese motivo nos cuenta su verdad, vista a través de su cristal; pero si se ve con otro cristal, la verdad de Cifuentes es una mentira. Para algunos, obtener un máster requiere dinero, asistir a clase, estudiar duro, examinarse, aprobar, escribir un trabajo fin de máster y presentarlo ante un tribunal. Esa es una posibilidad, vista con un cristal limpio y transparente. Pero hay otras formas de obtener un diploma si se mira con un cristal oscuro y lleno de fango: no asistir a clase, no estudiar duro, no examinarse, no escribir un trabajo fin de máster y tener amigos que falsifiquen las notas, las actas, las firmas y expidan el correspondiente diploma. Tanto en un caso como en el otro, el resultado es el mismo: se consigue tener un máster. Cristina Cifuentes no ha mentido: nos ha contado su verdad alternativa. Su posverdad. Además de la verdad de que ganarás el pan con el sudor de tu frente, está la posverdad de que también se puede ganar con el sudor del de enfrente. Frente a la verdad de que en España muchos políticos colocan a familiares y amigos en las instituciones públicas, con todo tipo de subterfugios, está la posverdad de los políticos como Cifuentes que afirman una y otra vez su compromiso de “tolerancia cero con la corrupción”. Una verdad es que la probabilidad de que a uno le toque la lotería es baja, pero la verdad alternativa nos demuestra que a Fabra le puede tocar cuatro veces en cuatro años. En lugar de criticar tanto a Cristina Cifuentes— no hay día en que no salga en los periódicos, las radios, las televisiones y las redes sociales—lo que deberíamos hacer es estudiar más física, mecánica cuántica, a Heisenberg, Schröndinger y su gato. Y lo mismo que una partícula puede estar en dos sitios a la vez y un gato metido en una caja puede estar vivo y muerto al mismo tiempo, la señora Cifuentes bien podía estar en clase y en su casa al mismo tiempo, no haberse presentado y sacar un notable, tener trabajo fin de máster y no tenerlo al mismo tiempo.  Aunque yo creo que, a diferencia del gato del físico austriaco, Cifuentes solo está muerta. Políticamente hablando.

Evaristo Torres Olivas

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