“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 7 de febrero de 2018

Peccata minuta

Voy a intentar explicar los conceptos de eficiencia, reducción de costes y beneficios según la óptica capitalista.  Imaginemos una empresa española que fabrica camisetas de algodón. Tiene una planta en Galicia que emplea a doscientas personas. Fabrica unas camisetas de gran calidad, paga a sus empleados unos salarios negociados en un convenio con los sindicatos, cumple con las regulaciones de seguridad e higiene en el trabajo, con las leyes ambientales que regulan el uso de colorantes y  disolventes, la depuración y el vertido de aguas. Vende al año diez millones de camisetas y tiene unos beneficios de dos millones de euros. Se jubila el padre, don Antonio, y toma las riendas del negocio su hija Andrea, que ha estudiado en una universidad americana y tiene tres másteres de las más prestigiosas escuelas de negocios. Se propone aumentar la eficiencia y reducir los costes para aumentar los beneficios. Decide trasladar la producción a Bangladesh, donde los salarios son quince veces más bajos, las jornadas de trabajo son de 12 horas, no hay vacaciones, ni sindicatos ni fastidiosas regulaciones de seguridad y se puede echar toda la mierda que se quiera al río. Las camisetas que antes tenían un coste de fabricación de cinco euros, ahora salen a 0´85 céntimos. Eso sí, son de peor calidad, a propósito, para que,  al durar menos, la gente compre más. Por tal motivo, en lugar de venderlas a un precio de 20 euros como antes, las vende a 18.  Ahora vende 25 millones de camisetas y los beneficios son de 17 millones de euros. Se han reducido los costes, se ha aumentado la eficiencia y los beneficios se han disparado. La eficiencia, los costes y los beneficios de la familia y de los accionistas, claro. Porque en ese cálculo no se ha tenido en cuenta el coste del deterioro de la salud de los trabajadores ni el coste de la contaminación del agua y el aire. Si se tuvieran en cuenta, se podría comprobar que explotar a los trabajadores y envenenar la naturaleza ni es eficiente, ni reduce costes ni trae ningún beneficio al conjunto de la sociedad. Pero eso, para Andrea y los suyos, son peccata minuta, externalidades sin importancia, según enseñan en las prestigiosas escuelas de negocios.

Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

José Luis dijo...

Y los docientos trabajadores a la calle. Y siguen vendiendo camisetas en Europa. Y....