“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 24 de enero de 2018

Xenofobia

(Publicado hoy en Diario de Teruel)
Si una carta al director en un diario la firma una persona que es abogado y escritor, académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, se espera que el texto tenga la calidad literaria propia de un escritor, la capacidad argumentativa de los buenos abogados y el rigor de un miembro de una real academia. Todo eso esperaba antes de leer la carta de don Ramiro Grau Morancho, abogado, escritor y académico,  publicada el pasado día 19 en Diario de Teruel. Estoy con los amigos de José Luis Iranzo, la titula. No tengo nada que objetar con el fondo de su carta, en la que pide la dimisión del subdelegado del Gobierno y del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Teruel por las negligencias que a su entender se produjeron y que tuvieron como consecuencia el asesinato de tres personas: dos guardias civiles y el agricultor y ganadero José Luis Iranzo. Sí me ha sorprendido la forma en que lo expresa el señor Grau. Al autor de los asesinatos, al asesino, lo llama “hideputa extranjero”. No creo que utilizara ese tipo de expresiones en un juicio o en la Academia de Jurisprudencia. Expresarse con rigor, precisión y propiedad es algo que se espera de todo jurista. Entendería que al ciudadano serbio lo llame asesino, sin el presunto, puesto que en el interrogatorio ante la juez reconoció los hechos. Pero llamarle “hideputa extranjero” es, a mi entender, una expresión xenófoba, comparable a llamar a alguien moro de mierda o puto negro. Si el asesino hubiera nacido en un pueblo de la zona, ¿se habría atrevido el señor Grau a llamarle hideputa aragonés? La nacionalidad o el color de la piel no le añaden ni le quitan gravedad a una acción repugnante. En un Estado de derecho, con división de poderes, todos,  incluidos los subdelegados del Gobierno, los jefes de la Comandancia de la Guardia Civil y quien asesinó a José Luis Iranzo deben someterse al imperio de la ley. Hacen bien los amigos de José Luis Iranzo en pedir la dimisión del subdelegado si creen que hubo negligencias. También deberá asumir su responsabilidad el jefe de la Guardia Civil. Y el asesino que cumpla la condena que se merece. Pero no hay necesidad de insultar a nadie con expresiones machistas y xenófobas.

Evaristo Torres Olivas

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