Ignoro quién le escribe los artículos de prensa a la
consejera de Educación, Cultura y Deporte Mayte Pérez, pero debería cuidar más
los textos a los que pone su foto y firma. Si sería deseable pedirles rigor,
claridad y precisión a los cargos públicos en sus manifestaciones, en el caso
de las personas que se dedican a asuntos de educación y cultura ya no sería un
deseo sino una exigencia, un requisito imprescindible para acceder al cargo. El
pasado día 29 de diciembre, Diario de Teruel publicó un artículo de
opinión, Aragón, tierra de bienes, firmado por Mayte Pérez. En él se habla de
la obras de Sijena y de que se han recuperado gracias al buen hacer del
Gobierno de Lambán, a pesar de todas las trabas que han puesto los
“independentistas catalanes con sus tesis falsas, en un ejercicio de
victimismo”; y a pesar también del Gobierno central del PP, “actuando de
forma insultantemente parcial y descaradamente partidista en contra de los
intereses de Aragón y de los aragoneses”. Lo menos que se podría decir de ese
artículo es que es intelectualmente muy pobre, oportunista, falto de ética y de
principios. Basa toda su argumentación en que tanto PP como los catalanes han
recurrido a la posverdad y solamente el PSOE ha actuado de acuerdo con la
objetividad de los hechos, sin dejarse llevar ni por las emociones ni las
creencias personales. Pero lo hace muy mal, diciendo que “el pasado 2016, el
término posverdad fue elegido palabra del año en nuestro país”. Mentira. O posmentira.
Posverdad, o post-truth fue palabra del año 2016 según el
diccionario Oxford; en España, la palabra del año, según Fundéu, fue populismo.
Y populismo es lo que hace Mayte Pérez en su artículo deslavazado. Si no
acierta con algo fácilmente comprobable con un simple clic de ratón, no nos va
a convencer con el resto de sus argumentos. En cuanto a las mentiras,
manipulaciones y posverdades, el PSOE figura entre los primeros puestos de la
lista. Y la mayor posverdad es que siga llamándose socialista y obrero.
Iba a proponerle a doña Mayte que se dejase asesorar por su subordinado
Nacho Escuín, director general de Cultura, poeta y profesor, pero desisto
después de leer en una entrevista en Diario de Teruel del día 26 de
diciembre en la que afirma sobre Lambán y Mayte Pérez: “He tenido la suerte de
tener un presidente y una consejera que apuestan por la cultura”. Otra mentira.
O posverdad. Insultantemente parcial y descaradamente partidista.
Evaristo Torres Olivas
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