¿Puede la misma crema costar 85 euros en un establecimiento y 5 en otro? Sí. Por el precio de un tarro en un sitio se pueden comprar 17
tarros del mismo potingue en otro. Cosas del marketing y de que no es lo mismo,
dicen los expertos, vender 400 que 40.000, que si vendes más se pueden reducir
los márgenes y reventar el mercado. Es decir, la jungla, la supuesta ventaja de
la economía de mercado, de la oferta y la demanda, del trile, el engaño y el
abuso. Si la crema se puede vender a 5 euros, seguramente la materia prima y la
fabricación cuestan cincuenta céntimos, el tarro veinticinco y transportarla y
distribuirla otros veinticinco. Total, un euro. De uno a ochenta. Esa es la
eficiencia del mercado. Eficiente para los bolsillos de los aprovechados. Pero
si al menos el producto cumpliera con lo que promete, es decir que es una crema
“rejuvenecedora y antiedad”. Recuperar la juventud no tiene precio, podríamos
pensar. Pero los milagros no existen y, según cuenta el director general de la empresa que fabrica el potingue, "por mucho que se hable de cremas
rejuvenecedoras y de su propiedades, la verdad es que no son eficaces. Lo único
que se puede es enmascarar los efectos y minorar el paso del tiempo por la
piel". El efecto placebo de toda la
vida, el engañabobos. En este país, a un desgraciado que roba un bocata o una
botella de leche en un supermercado lo empapelan. Pero a unos desalmados que
nos roban vendiendo a 80 lo que les cuesta uno, y que además no cumple lo que
prometen, los llamamos señores empresarios que crean trabajo y que merecen
subvenciones. Que lo hagan con productos totalmente prescindibles como son la
mayoría de los productos cosméticos es grave pero todavía lo es mucho más si
esos mangoneos los hacen con productos de primera necesidad. Y es que por mucho
que digan los defensores del capitalismo que hay una mano invisible que todo lo
regula, según Adam Smith, la realidad es que lo que existe es la mano larga de
los desalmados que nos limpian la cartera y nos venden a ochenta lo que no
cuesta ni ocho y además no sirve para nada.
lunes, 18 de septiembre de 2017
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1 comentario:
Crímenes legales: una larga lista. Y mucho silencio y resignación.
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