“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 3 de julio de 2017

Pensar y embestir

Carolina Bescansa ha sufrido un accidente de tráfico del que ha salido ilesa. Su coche chocó contra un autobús en el que viajaban veintitrés personas que tampoco han sufrido daño. La gran mayoría de los periódicos, radios, televisiones y redes sociales han destacado en sus titulares que la diputada de Podemos ha tenido un accidente y que no ha sufrido heridas. Periodista Digital, el periódico que dirige Alfonso Rojo, se sale de la norma general y titula: “Carolina Bescansa embiste con su coche a un autobús lleno de pasajeros”.  A continuación, en el subtítulo añade que “perdió el control del turismo y fue a empotrarse contra un autobús que circulaba con destino a El Escorial”. A Pablo Echenique, el segundo de Podemos, le ha faltado tiempo para preguntar en su cuenta de Twitter “¿cómo tolera la profesión periodística a semejantes miserables?  Echenique no se congratula por que casi todos los medios hayan reflejado correctamente lo sucedido sino que se lamenta de que uno solo lo haya hecho mal, a su entender. Tampoco se lamenta de que los titulares recojan solamente lo que le ha sucedido a Bescansa y haya que leer el cuerpo de la noticia para enterarse de que a los ocupantes del autobús tampoco les ha pasado nada. Pero es que, además, tampoco tiene razón  al tildar de miserables a los responsables de Periodista Digital. Da por supuesto que embestir es una acción intencionada y no puede ser fortuita, es decir, que Carolina Bescansa, de manera premeditada, ha decidido empotrar su coche contra un autobús, a pesar de que en el subtítulo se aclara que perdió el control del turismo. Tal vez el titular del periódico de Alfonso Rojo no sea el mejor, y tal vez le falte rigor al decir que era un autobús lleno de pasajeros cuando solamente viajaban 23 personas. Pero eso no es motivo para tildar de miserables a los responsables. También habría que decirle al señor Echenique que se deje de pedanterías llamando a los periodistas “profesión periodística”, porque entonces habría también que hablar de profesión fontanerística, ebanística y churrerística. Decía Machado que “en España de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa”.  La de Echenique debe de ser  una de las nueve que embisten. No sé si intencionadamente o por ignorancia.

Evaristo Torres Olivas

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