“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 5 de julio de 2017

Loctite

A los dirigentes políticos les gusta hablar de democracia y de que su partido es el más democrático de todos. También presumen de tener miles de afiliados, militantes y adscritos. Y millones de votantes. Pero a la hora de la verdad son siempre los mismos los que dirigen el cotarro, aparecen en los medios, hablan de cualquier cosa, sean o no sean especialistas en la materia y encabezan las listas electorales, legislatura tras legislatura. Lo lógico sería que unos partidos con tantos miles de afiliados tuvieran banquillo suficiente para renovar los cargos cada cuatro años. Pero no es así. Para muchos, la política es el único trabajo que han tenido y se pegan al sillón con Loctite. Y para que nadie los despegue, se montan todo tipo de controles y artimañas para asegurarse el puesto. Tomemos el ejemplo de Teruel. Elijan cualquier partido y verán cómo los nombres son siempre los mismos. Velasco, Guillen, Arrufat, Mayte Pérez. Pobo, Blasco, Buj, Juste. Los demás, también,  solo que no salen elegidos. Para que eso suceda hay que tener el poder bien amarrado, controlar las nuevas incorporaciones, manipular las asambleas, o impedir la democracia interna. Ayer se publicaba que Ciudadanos prohíbe a sus militantes criticar al partido en Whatsapp y Telegram. Se prohíbe el debate y la discrepancia. Solo interesa la adulación a los líderes y la adhesión inquebrantable a la opinión oficial.  Sería injusto criticar solo a Ciudadanos por esas prácticas antidemocráticas puesto que todos los partidos hacen lo mismo. Yo doy fe de que es así en el PSOE de Teruel, en IU de Teruel y Aragón y en Podemos de Teruel. Porque las he sufrido. Hace apenas unas semanas fui expulsado de un grupo de Telegram de Podemos. Un grupo de 30 miembros. En una asamblea, ocho de esos miembros, todos ellos excepto tres con cargo en Podemos Teruel y Aragón, decidieron por mayoría expulsarme. De los sin cargo, dos votaron a favor de expulsarme (uno era la primera vez que participaba en una asamblea porque viene de otra autonomía y está de paso en Teruel, por trabajo) y el tercero no recuerdo si votó en contra de mi expulsión o se abstuvo. También se adujo como motivo para la expulsión que Telegram no debe utilizarse para el debate y para criticar al partido. 

Evaristo Torres Olivas 
Reunión en la que se decidió mi expulsión del grupo de Telegram. 
(foto Diario de Teruel 18 de junio de 2017)

No hay comentarios: