“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 12 de julio de 2017

Hablar por hablar

Hay algo que no deja de asombrarme: la magia que tienen las elecciones para convertir a los políticos en genios. Imaginemos a una persona, hombre o mujer, que antes de dedicarse a la política no era experto en nada o lo era en una materia determinada: pongamos que en física,  derecho,  educación o medicina. Del resto de áreas tenía el conocimiento que posee un ciudadano medio. Bien, pues basta que tenga un cargo en un partido, le coloquen en una lista electoral y sea elegido para que por arte de birlibirloque, por ciencia infusa o por vaya usted a saber, de la noche a la mañana se convierta en un experto en todo. Más rápido que Froilán de Todos los Santos, que en tres años ha pasado de repetir tres veces segundo de la ESO a la universidad. Todo esto viene a cuento porque la semana pasada se celebró en Cádiz la tercera edición de la Universidad de Verano de Podemos. Proyecciones de documentales, debates, talleres, clases magistrales en torno al lema general de Comunicación, poder y democracia.  Con ponentes de prestigio: Boaventura de Sousa, Manuel Castells, y otros. También muchos buenos periodistas como Gregorio Morán, Fernando Berlín, Cristina Fallarás, Pepa Blanes, Esther Palomera, Olga Rodríguez. Y algunos políticos de Podemos que han hablado sobre asuntos que dominan. Pero a otros les han puesto a impartir talleres y charlas sobre temas de los que tienen la misma noción que cualquier ciudadano. Los han incluido simplemente porque son políticos. Echenique, por ejemplo. Le enfrentan en un cara a cara a Pepa Blanes, periodista especializada en cine y series, en un encuentro que titulan La(s) serie(s) que necesitamos. Cuando se asiste a un evento, una conferencia, un curso universitario, uno espera que quien habla sea experto en la materia. Nadie paga ni se desplaza  para escuchar a un profano hablar de la expansión acelerada del universo o los nuevos avances en neurocirugía porque con lo único que puede encontrarse es con lugares comunes, generalidades, simplezas. Pero algunos políticos creen que saben de todo y la gente se muere de ganas de escucharles. A eso se le llama endiosamiento, altivez, soberbia.

Evaristo Torres Olivas  
No sería mala idea que este autobús pasara delante de las sedes de los partidos para recordarles que son mortales

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