“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 29 de junio de 2017

Iglesias desayuna café con cereales

Hace unos días, escribí una columna en la que criticaba a Monedero por sus últimas contribuciones al arte de contar chorradas. Se quejaba el dirigente de Podemos de que la muerte de un torero abriera un telediario y de que los reyes le enviasen un telegrama a la familia. A continuación se ponía a desvariar diciendo que ojalá  cuando muriera cualquier trabajador en el tajo, también su muerte abriera noticiarios. Opinaba yo que estaba seguro de que si le pasara cualquiera cosa a cualquiera político de cualquier partido, aunque fuera algo sin importancia, también saldría en los periódicos, en las redes sociales y hasta en la hoja parroquial. Pues acaba de suceder y no he escuchado a Monedero quejarse ni en los periódicos ni en las redes, como hizo con el torero. Carolina Bescansa, de Podemos, correligionaria de de Monedero, ha sufrido un accidente de coche sin consecuencias, ni para ella ni para ninguno de los 23 pasajeros que  viajaban en el autobús contra el que chocó su coche. Todos los medios han recogido la noticia, El País, ABC, las agencias de prensa, las radios, las redes sociales. El titular más repetido es este: Bescansa sale ilesa de un accidente de tráfico. A los 23 ocupantes del autobús tampoco les ha pasado nada pero eso no merece un titular y debería provocar la ira del señor Monedero por darle más importancia informativa a una diputada que a 23 ciudadanos. Todos los días se producen accidentes sin consecuencias y no salen en ninguna parte salvo que en los accidentes en los que no pasa nada participe algún conocido, ya sea de Podemos, del PP o de la trama Gürtel, y entonces el titular y la foto se la llevan los políticos o los chorizos famosos y a los ciudadanos que les den dos duros. Recapitulando, podemos concluir que a don Juan Carlos Monedero lo que le molesta es que muera un torero y se comente en todos los medios y no suceda lo mismo si muere un albañil en una obra. Pero no le parece mal que se comente que Bescansa choque con un autobús lleno de gente y el titular sea que a Bescansa no le ha pasado nada. Tampoco le parecería mal, supongo, si mañana los periódicos, las radios y las televisiones nos cuentan en exclusiva que Pablo Iglesias se ha levantado y ha desayunado café y cereales Kellogg’s. Y no se diga nada de miles de ciudadanos que también han hecho lo mismo o, lo que es peor, que no han podido desayunar.

Evaristo Torres Olivas 

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