El pasado
día 30 de mayo, Chema López Juderías escribía una interesante columna en el
Diario de Teruel titulada El talento. En ella daba su opinión sobre la marcha
de Tomé Alfonso, director gerente de Motorland, por motivos salariales. Una ley
reciente de Aragón sobre el salario de
los cargos públicos fija el tope del puesto que ocupa Alonso—equivalente a un
director general— en 64.000 euros y él estaba cobrando más del doble, además de
una serie de incentivos adicionales. Al señor López no le parece bien que se
deje escapar a un profesional de la valía de Tomé Alonso. Concluye su columna
con una afirmación rotunda: El talento se paga, y añade estas preguntas a las
que intentaré contestar: ¿Cuánto cobra un mando intermedio de una empresa privada?
¿Cuánto debe cobrar un gerente de una instalación deportiva del prestigio de
Motorland? ¿Cuántos directores generales del Gobierno de Aragón son
prescindibles? Que el talento se paga no es siempre cierto. A veces, sí, y
otras no. Y no todos los talentos se pagan igual. Es más, hay talentos a los
que no se les paga nada. En un sistema capitalista, la retribución del talento
depende de la escasez de ese talento y de los beneficios económicos que genera
a su empresa. Ese es el motivo por el que el talento de Messi con una pelota se
paga cientos de veces más que el de un prestigioso investigador sobre el amor
en el siglo XIII. O que Marc Márquez cobre mucho más que el director gerente de
un circuito de primera. ¿Cuánto cobra un
mando intermedio en una empresa privada? Primero habría que definir qué es un
mando intermedio, después hacer una encuesta salarial entre las empresas privadas. Sin temor a
equivocarme, puedo asegurar que su salario está entre los 10.000 euros y los
100.000 euros. Y tampoco me equivoco si afirmo que el noventa y ocho por ciento
cobra menos de los 64.000 euros que se ha puesto de tope para el sector público
en Aragón. ¿Cuántos directores generales del Gobierno de Aragón son
prescindibles? Ni lo sabe el señor López Juderías ni lo sé yo. Esa es una
asignatura pendiente que tienen todas las administraciones en España:
racionalizar las plantillas mediante la descripción, análisis y valoración de
los puestos de trabajo. Sólo así se podrán encontrar los puestos prescindibles,
los ocupantes que no dan palo al agua y también los que están con el agua al
cuello.
miércoles, 31 de mayo de 2017
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1 comentario:
Empecé a leer el artículo, pero estaba tan pésimamente redactado -el texto arranca con una insufrible sucesión de conjunciones y pronombres relativos- que lo dejé en el primer párrafo. Se agradece aquí el desbroce.
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