Bajura y bajeza

No quiero utilizar argumentos ad hominem para desautorizar a Vicente Guillén. El hecho de que a mí Vicente Guillén me parezca el mejor ejemplo del mal político, de persona ambiciosa y sin escrúpulos que lleva casi toda su vida profesional dedicado a ocupar puestos bien retribuidos en el Senado, en Congreso y ahora las Cortes de Aragón, no significa que todo cuanto diga tenga que ser necesariamente falso. Alguna vez acierta. O no.  El Diario de Teruel del pasado martes publicaba una información en la que recogía las palabras de Guillén y Morro en una rueda de prensa. Entre otras cosas, don Vicente le pedía al nuevo presidente de la Diputación, del PAR, que no hiciera desde el primer día “política de bajura”.  Por el tono del resto de las afirmaciones de Guillén se deduce que esas palabras pretenden ser un insulto, aunque yo no lo acabo de entender. Si ha dicho esa frase para asimilarla al concepto de la pesca de bajura, esa que se practica pegada al litoral, pegada a tierra, el insulto no sería tal sino un elogio. Igualmente, si política de bajura es lo opuesto a política de altura, tampoco está tan mal porque los políticos tienden elevarse por las nubes con propuestas irrealizables y uno que actuara a ras del suelo, pegado a la calle, sería digno de admiración. Morro secunda a su jefe Guillén e  insiste con el tono agresivo al nuevo presidente de la Diputación acusándole de “falta de ética, de honradez y de coherencia”. De nuevo tampoco quiero utilizar argumentos ad hominem para rebatir a Morro. Y hasta puedo estar de acuerdo con él en que el PAR ha actuado así en numerosas ocasiones. Pero el PSOE, partido de los señores Guillén y Morro, también ocuparía un lugar de honor en el podio de la falta de ética, de honradez y de coherencia, además de tener varios másteres en corrupción.  No me gustan los bajonazos que propina Guillén, un político de baja estatura intelectual y de mucha bajeza moral. Un político bajuno.

Evaristo Torres Olivas