Leo en un suplemento
dominical que trotar durante cuarenta minutos, cinco días por semana, aumenta
la esperanza de vida en seis años. Lo dice un estudio de un hospital de
Copenhague. Tener un perro, siete años, según la Universidad de Minnesota. Ir a
misa una vez a la semana, 3 años más de vida, cuentan en la Universidad de Pittsburgh. Sonreír, siete
años, según la Wayne State University. Los optimistas viven 12 años más que los
pesimistas, aseguran en la clínica Mayo. Hay muchas más formas de aumentar la
esperanza de vida, según otras prestigiosas universidades. Si las sumamos
todas, podríamos vivir uno quinientos años de media. Quinientos cincuenta las
mujeres, que son más longevas. Pero solo con las que he enumerado al principio se
viven 35 años adicionales. Lo que no dice el estudio es si se pueden combinar
esas actividades y si al hacerlo los beneficios también aumentan. Tampoco
aclara si al aumentar la dosis y la frecuencia también se incrementan los
beneficios. Si el gin tonic está mucho más bueno que la ginebra y la tónica por
separado y las chuletas con ajoaceite tres veces mejores que la carne por un
lado y la salsa por otro, ¿ir a misa el
domingo y mearte de risa aumenta la
esperanza de vida en más de los diez años que suman esas actividades por
separado? ¿Y los tres años por tener
perro es genérico o por unidad, se ganan los mismos años de vida con un chucho
que con media docena? ¿A cuántos años de vida adicional nos sale el gato o el
hámster, si es que se puede sustituir el perro por el gato, lo mismo que en una
dieta equilibrada, si no nos gusta la
naranja la podemos cambiar por dos mandarinas? ¿Se puede sustituir los seis
años que te dan trotar 45 minutos, cinco días por semana, por ir a misa dos
días, a tres años de vida adicionales por día? ¿Y cuántos años de vida ganarás
si eres optimista y vas todos los días a misa trotando con seis perros y riendo
a carcajadas? ¿Qué dicen de eso en Ohio y en Connecticut? Se debería ser más
riguroso cuando se hace publicidad de los beneficios de la vida sana, de las
dietas milagro y de ciertas creencias o costumbres. Porque
tanta chorrada, más que alargarnos la vida, nos mata de risa.
Evaristo Torres Olivas
El todo vale más que la suma de sus partes
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