“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 18 de junio de 2015

Intransigencia

Tengo frente a mí un panfleto que ha debido de costar un pastón. Treinta páginas a todo color. Pero además del coste del librillo, otro pastón se ha ido en la distribución de cientos de miles de ejemplares en la edición dominical de los periódicos de tirada nacional. El folleto/panfleto está lleno de fotos, gráficos, cifras, citas bíblicas, papales  y testimonios de curas, monjas, seminaristas y católicos blancos y negros. Algunos como este: “La misa es el momento cumbre de la semana o del día en el que puedo encontrarme cara a cara con Cristo y tenerle dentro de mí”. Qué necesidad tengo yo de que me cuenten esas historias,  ya que al no tener una formación cristiana y ningún interés en tenerla, puedo malinterpretarlas.  Pretende el libreto darnos una imagen de una Iglesia que hace muchas cosas para los pobres y necesita perricas. Lo de siempre, la Iglesia pedigüeña. Y así es, al final,  después de abrumarnos con dibujitos y porcentajes que nada aclaran, nos piden dinero. Se sacan de la manga el siguiente eslogan: “Cada euro empleado en la Iglesia rinde como 2,34€”. ¿De dónde ha sacado ese dato?  Misterio. Y añaden este lema: “Detrás de cada X hay una historia”. La X es la que quieren que marquemos en la Declaración de la Renta. Y la historia es la soplarnos las perras con las monsergas de siempre.

Unas monsergas que nos conducen a la intransigencia. Como la que han tenido hacia un concejal de IU de un pueblo de Toledo. Alberto López, que así se llama este buen ciudadano, ha demostrado tener mucha más paciencia, integridad, decencia y dignidad que todo el hatajo de  maleducados que lo han abucheado e insultado por pedir respetuosamente que se retirara la Biblia y el crucifijo del atril desde el que iba a prometer su cargo con la fórmula ajustada a derecho. No esperen que algún dirigente de la Iglesia pedigüeña defienda al concejal y su comportamiento ejemplar. Con toda seguridad, si el político de IU hubiera entrado en una Iglesia con una bandera republicana,  los obispos se habrían apresurado a condenar ese comportamiento, alegando que una Iglesia no es un lugar para exhibir símbolos políticos; sin embargo no entienden que un ayuntamiento no es un lugar para mostrar símbolos religiosos.  

Evaristo Torres Olivas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

“Cada euro empleado en la Iglesia rinde como 2,34€". Bueno, no nos quejemos, en los siglos pasados la iglesia decía que cada moneda que se entregaba a los pobres luego rendía al ciento x uno... allá en el cielo.


Anónimo dijo...

En Ibercaja Directo dan el 0,6% a medio año. Si es a un año, el 0,45%. Pero claro, si es para toda la Eternidad...el interés tiene que subir. Lo veo correcto.