“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 1 de abril de 2015

Ganas de potar

No me gusta Rosa Díez. Nada. Ni un pelo. Cero patatero. Personas de su calaña son las responsables de que los ciudadanos tengan tan mal concepto de los políticos. Representa lo peor, lo más innoble del ser humano. Ensucian, contaminan y  enmierdan la democracia, la convivencia y las instituciones. Se preocupan únicamente de alimentar su ego y sus ambiciones. Todo lo demás les importa un bledo. Rosa Díez lleva toda su vida viviendo del cuento.  Concejala, diputada foral, diputada del parlamento vasco, consejera del Gobierno vasco,  europarlamentaria, diputada del Congreso. Militó en el PSOE. Quería ser presidenta del Gobierno y como no ganó las primarias, se fue y fundó un partido a su imagen y semejanza. El partido de color rosa para Rosa. Y de ese partido fucsia ella es la jefa, la portavoz. Todo. Dueña y señora. El partido se ha estrellado en las elecciones andaluzas y Rosa, la del partido fucsia, no admite ninguna responsabilidad. Dimiten 9 miembros del Consejo de Dirección y Rosa la ambiciosa se blinda nombrando a seis nuevos miembros de su grupo de amigos. Todo menos retirarse. Antes revienta que reconoce un error. Ese es el recorrido de doña Rosa. Sin apenas formación ni experiencia, se subió al lomo de la política para succionar a modo de sanguijuela o garrapata del Estado. Habla, habla y habla sin decir nada. Un discurso vacío, siempre el mismo teatro, la misma representación, idéntica comedia. Eso sí, la actriz principal  es mediocre, pero no se escatima en vestuario ni en accesorios. Todo de primeras marcas. Su nivel intelectual es tan alto que nos ha dejado algunas frases que serán recordadas por los siglos de los siglos. Por ejemplo esta: "José Luis Rodríguez Zapatero podría ser un gallego, en el sentido más peyorativo del término". De todos los puestos que ha ocupado, de todas las decisiones que ha tomado, lo único que se le atribuye es la autoría del  lema "Ven y cuéntalo" para promocionar el turismo en Euskadi. Lo más seguro es que ni siquiera sea suyo sino de alguna agencia de publicidad contratada con dinero público. En definitiva, que la política Rosa Díez me produce náuseas.

Evaristo Torres Olivas
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Antes revienta que reconocer su error". ¿Cúal ha sido su error? ¿Y cúal fué su acierto cuando obtuvo una honrosa representación en distintos parlamentos?