“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 16 de marzo de 2015

Caras nuevas y caras duras

Que dos periódicos publiquen el mismo texto escrito por autores diferentes dice muy poco de esos periódicos. No se trata de una noticia de agencia sino que ambos escritos proceden de la redacción de esos diarios. Estamos hablando del Diario de Teruel y del  Eco de Teruel. Ambos recogen y comentan la noticia de la lista de candidatos del PSOE a las elecciones autonómicas. Una de dos: o un periodista ha copiado del otro o, lo más probable, que los dos se han limitado a publicar el texto que les ha dado el PSOE. En ese caso, no estaríamos hablando de periodistas sino de copistas, taquígrafos o simples loros. Pero son tan torpes que incluso copian los errores. Estamos frente al llamado y cada vez más criticado periodismo de declaraciones, en el que los partidos no permiten que les hagan preguntas, y los periodistas se limitan a hacer de mensajeros de los políticos. Para eso no es necesario pasar por ninguna escuela de ciencias de la información. Solo saber cortar y pegar, como los niños en el parvulario.

Un buen periodista debe contextualizar la información, elaborarla, facilitar al lector los datos necesarios para que tenga una visión completa de la noticia. Por ejemplo, en los textos mencionados se recogen las declaraciones de Vicente Guillén en las que dice que “salvo él mismo que tiene experiencia como Diputado en el Congreso, los demás no tienen experiencia parlamentaria, son caras nuevas”. Mentira. La segunda de la lista, Mayte Pérez es  diputada autonómica en esta legislatura y lo fue en la anterior. Y la cuarta de la lista, Julia Vicente lleva años de diputada provincial. Lo peor de todo es que Guillén nos toma por imbéciles al decir que son caras nuevas. Él mismo, más que cara nueva es  cara dura. Ha sido jefe de gabinete de Velasco cuando era consejero de Obras Públicas,  dos veces senador, otras dos veces diputado nacional.  Y ahora diputado autonómico para asegurarse  cuatro años adicionales de mamandurria (el partido está en horas bajas y es poco probable que el PSOE de Teruel pueda conseguir una plaza en el Congreso de  Madrid). Otra cara dura, que no nueva, es Julia Vicente, eterna diputada provincial y alcaldesa de Alcorisa, famosa por alojar a su hijo en un piso de la Diputación sin pagar un duro. ¿Dónde mejor y más barato iba a estar su chico que en un alojamiento de una institución en la que su mamá era vicepresidenta? Algo no funciona en este país y en esta provincia cuando personas como Vicente Guillén se pitorrean de los ciudadanos y de las instituciones de esa manera. A ver si somos capaces de echarlos con nuestros votos.
Evaristo Torres Olivas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Efectivamente muchísimas cosas no funcionanen en las Españas. La mala política se ha extendido por doquier: Estado, Autonomias, Provincias y Municipios.
Tan lejos han llegado las cosas que el personal cada vez está más cerca de dar la espalda a la vieja política.

ARB

Anónimo dijo...

¿Dar la espalda a la vieja política?
Cuando la "nueva" política llegue al gobierno ya veremos qué diferencias objetivas hay... y si valen para algo consistente y práctico a la mayoría pobre de la población.

Lo peor es que dentro de 10, 15 o 20 años, la gente de abajo va a seguir jodida. Si llegamos, lo veremos. Aunque no es probable que aprendamos.